Los empresarios se equivocan
Por Gilberto Miranda Chávez.
Analista
Reconocemos a los empresarios, como esas personas que enfocan sus esfuerzos creativos y utilizan los medios a su disposición, o los medios que descubren, para la consecución de fines potencialmente provechosos, es decir, para alcanzar objetivos que consideran que les podrían representar unas ganancias, después de haberles ofrecido productos y servicios a los consumidores a través del mercado.
Sin embargo, en el contexto actual, en México o, incluso, en el contexto local, en Juárez, a los empresarios no les alcanza con el hecho de realizar esfuerzos creativos y descubrir nuevos medios que faciliten la producción de bienes para los consumidores, con eso ya no es suficiente porque, aunque su labor sea fundamental para el desarrollo económico, están perdiendo la batalla de las ideas contra el gobierno lópezobradorista.
Cualquier ciudadano serio e intelectualmente honesto, entiende que el lópezobradorismo es un gobierno altamente intervencionista en temas de economía, salud, educación y otras áreas; y cualquier ciudadano que entiende que el intervencionismo es un punto medio entre el liberalismo y el socialismo y que sabe que el intervencionismo es sumamente inestable e inconsistente, llega a la conclusión de que el intervencionismo deriva en socialismo.
Entonces, ¿en qué se equivocan los empresarios? En no responder a las ideas intervencionistas, en no entrar en una batalla ideológica. Ese es un grave error. Los empresarios, en el contexto actual, bajo intervenciones políticas, intervenciones coactivas y asimétricas, en las que siempre pierden, deben responder y entrar en la disputa que están perdiendo.
El lópezobradorismo, tiene clara su postura: los empresarios son explotadores, son corruptos, siempre ponen como prioridad sus beneficios, quieren conservar sus privilegios, son inmorales, se olvidan del pueblo, explotan a los trabajadores, están en contra del cambio, no quieren el bien del país, se han enriquecido de forma inmoral. Todas estas afirmaciones son equivocadas, pero los empresarios no se preocupan por refutarlas. Pero no solo se equivocan en no refutarlas, sino que se empeñan en firmar convenios de colaboración, en acordar alianzas de trabajo, en realizar mesas de diálogo, y nada de eso sirve.
Es absurdo, nada de eso tiene sentido. El lópezobradorismo, ha ganado terreno yendo a las calles. El empresariado, si quiere ganar terreno, debe ir a las calles, realizar foros y debates donde se expliquen las experiencias empresariales, en donde se refuten ideas como la teoría de la explotación, invitar a académicos pro-empresa a que expliquen los beneficios de la empresarialidad, organizar grupos de pensamiento en donde se difundan las ideas de la libertad económica, hablar acerca de lo negativo de los impuestos. De lo contrario, el lópezobradorismo tendría vía libre para el 2024.