Resistir con Inteligencia

Comunidades Familiares de Aprendizaje

Mtro. Gabriel Dueñas.

No sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción que te queda. Bob Marley

En 1996, auspiciado por la UNESCO, se publica el libro: La Educación encierra un tesoro, informe de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI. Estudio coordinado por Jackes Delors. Libro en el que se fundamenta que: La educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser.

Estos cuatro pilares para el aprendizaje, mantienen su vigencia y pertinencia en la actualidad. Sin embargo, el equipo de investigadores de Delors, jamás se imaginó que junto a los desafíos que se plantean en el texto, producto de la globalización y el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, aparecería como signo apocalíptico, una pandemia global, el jinete del COVID-19. Un escenario de riesgo total de muerte para la humanidad, en el que, a los 4 pilares de la educación, ahora, le tendríamos que agregar un quinto pilar, el de APRENDER A RESISTIR CON INTELIGENCIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA.

Por otra parte, y situándonos en lo que está sucediendo en el Estado de Chihuahua en cuanto que es evidente que gobierno y ciudadanos, seguimos perdiendo batalla tras batalla contra el COVID-19, que nos mantiene al “rojo vivo.” Ya sea por la incapacidad de los gobiernos para establecer y operar una política estratégica de emergencia sanitaria, o por la irresponsabilidad y falta de conciencia ciudadana, lo cierto es que los pronósticos para que, en 15 días de encierro forzoso, de sanciones y toques de queda, por lo menos se estabilice la propagación del virus, no son muy alentadores.

Mientras la batalla continua para prevenir y educar a la población, en una conciencia social desde la ética de la responsabilidad; existe una trinchera de la que muy pocos de ocupan, a pesar de que se requieren refuerzos y pertrechos, me refiero a la trinchera de la educación en los hogares de las familias. Una trinchera que de no atenderse corre el riesgo de ser el germen de otra pandemia, LA PANDEMIA DE LA IGNORANCIA.

Bastantes críticas a recibido el modelo “pedagógico” de APRENDE EN CASA. Empero estando, así las cosas, es fundamental asumir que mayoritariamente las madres de familia, están en serios problemas para “acompañar” el proceso educativo de aprendizaje de sus hijos.

La cosa es demasiado compleja pues ni en los tiempos de la vieja normalidad, se estaba en condiciones de cumplir planteamientos como este que se plantea en el informe Delors:

La familia es la primera escuela del niño, pero cuando falta un entorno familiar o éste es deficiente, corresponde a la escuela mantener vivas, e incluso establecer las capacidades virtuales de aprendizaje. Los niños procedentes de medios desfavorecidos deben ser objeto de esfuerzos concertados por parte de los educadores

Tan solo considerar que cualquier recomendación o propuesta para generar un ambiente de aprendizaje efectivo en los hogares, debe de asumir que existen familias en condiciones económicas, sociales y culturales muy críticas, mientras que otras, quizás tengan a su alcance los medios para hacerle frente con cierto éxito a las necesidades de recursos didácticos y electrónicos, para facilitarles a sus hijos cumplir con la tarea académica.

Hoy como siempre, la vía más segura y rápida de conectar y comunicarse con las familias, son las MAESTRAS y los MAESTROS. Ellos y ellas, diariamente deben atender a sus alumnos de manera virtual y por este canal bien se pueden abrir espacios de diálogos con las madres y padres de familia para hacer un acompañamiento de asesoría, orientación y capacitación en tareas de índole académica y en el terreno de la educación emocional. La intencionalidad es propiciar un ambiente de aprendizaje en una convivencia familiar emocionalmente sana.

La construcción de estrategias pedagógicas para impulsar la consigna de RESISTIR CON INTELIGENCIA, generando, por un lado, un escudo emocional que le permita a las familias convivir en este encierro, con tolerancia, paciencia, creatividad, imaginación e inteligencia, y por otro, conformar una COMUNIDAD FAMILIAR PARA EL APRENDIZAJE, centrada en el acompañamiento critico de las actividades y tareas académicas de sus hijos. Se ha dicho con frecuencia que el escenario familiar da para aprovechar situaciones cotidianas y convertirlas en experiencias de aprendizaje, tanto para los hijos como para sus padres.

¿Es difícil? Por supuesto que no es nada fácil. Sin embargo, en el Magisterio, existen especialistas, asesores técnico pedagógicos y supervisores, que bien podrían empezar a pensar alternativas innovadoras que sean viables de aplicar en escenarios como es el modelo educativo a distancia de Aprender en Casa.

Las niñas, niños y adolescentes, tienen derecho a que se realicen estos esfuerzos, tanto para apoyar su desarrollo académico, como su educación emocional.

Una Comunidad Familiar de Aprendizaje, fortalece la cohesión del tejido familiar y genera habilidades sociales para la vida, si la estrategia está fundamentada en la PEDAGOGÌA DE LA TERNURA y en la GESTIÒN ÈTICA de la corresponsabilidad familiar.

Los docentes lo pueden hacer, solo necesitan tiempo y espacio, es decir que se les descargue de tareas administrativas innecesarias en este periodo de crisis sanitaria y se les estimule y reconozca todo el esfuerzo que ya realizan.

El gobierno mientras tanto tiene mucho de que preocupare para cumplir con lo que está declarado en el programa sectorial de educación 2020 – 2024, (DOF: 06/07/2020), que a la letra proclama:

Las niñas, niños, adolescentes y jóvenes contarán con una educación de excelencia que promueva su desarrollo integral. Además de una formación cognitiva, se impulsará el desarrollo del pensamiento crítico, las habilidades socioemocionales y los valores. Los servicios educativos responderán a las necesidades, circunstancias e intereses de las y los estudiantes; los contenidos, materiales y métodos pedagógicos se centrarán en el reconocimiento de la diversidad y la riqueza en el ámbito escolar. La participación de todos nutrirá la definición de los aprendizajes relevantes para la vida y el trabajo, a fin de impulsar la transformación que tanto necesita el país.

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