MENTIRAS VERDADERAS

Por: Nicodemus.

En todo México se vive el Proceso Electoral 2020-2021, sumergidos en las consecuencias de la pandemia provocada por el Sars Cov 2. Todos los días hogares mexicanos, enlutados por la muerte de familiares y amigos, es lamentable como el número de fallecidos aumenta con gran velocidad. El gobierno federal responsable constitucionalmente de atender su prevención, atención y combate es totalmente endeble, engañosa y colmada de ocurrencias y contradicciones. El “científico” Hugo López-Gatell, con su verborrea habitual, y buscando en todo momento agradar a su jefe López Obrador.

Las promesas de campaña, siguen siendo eso, promesas de un presidente que no termina de hacer proselitismo para su causa; el gran proyecto de la Cuarta Trasformación, solo es un club de bandidos y delincuentes, dispuestos a todo para sostenerse en el poder.

Desde el inicio del gobierno de la Cuarta Trasformación su comandante en jefe Andrés Manuel López Obrador, especificó la línea política, el cien por ciento de las acciones gubernamental con fines electorales. La desobediencia a las disposiciones legales y su negativa a cumplir las acciones del Instituto Nacional Electoral, generan que en toda la república partidos, aspirantes y ciudadanos violenten el estado de derecho, vivimos en un desorden gigantesco provocado por el inquilino de Palacio Nacional. No habíamos iniciado la etapa electoral, para que cada fuerza política determinara en sus procesos internos, cuando López Obrador, haciendo uso de su “libertad de expresión”, veto y arrojo a la opinión publica sus descalificativos en contra de sus adversarios conservadores con posibilidades de ser abanderados de partidos de oposición; mientras que a los empleados de su empresa privada (Morena), les dio su aprobación y su respectiva exoneración por si cargaban con algún pecado del pasado.

Las autoridades electorales que actúan en todos los confines del territorio nacional, los tribunales locales y federales tendrán que tener claro que invitar al Presidente de México para que se abstenga inmiscuirse en el proceso electoral fracasaran reiterada y rotundamente.

Efectivamente vivimos un proceso electoral inédito, por su tamaño y su complejidad, asociado con la incursión constante del presidente López Obrador, lucrando electoralmente con las vacunas, repartiendo dinero a manos llenas del presupuesto para la compra de votos, alabando a sus candidatos y vilipendiando a sus adversarios en las “mañaneras”.

Desde el presidente de la Republica con sus mañaneras, hasta la inminente designación del senador Félix Salgado Macedonio a la Gubernatura de Guerrero, sin considerar el presidente de Morena Mario Delgado, las denuncias de violación, abuso sexual y todo lo que es de conocimiento público.

Los mexicanos, soportaremos un proceso electoral desventurado, además de los cargos en disputa en los trescientos distritos uninominales en que se divide el territorio nacional, que concluye con la renovación integra de la Cámara de Diputados, la incógnita será conocer quiénes de los 500 diputados brincaran la relección, cuántos de ellos merecen que la sociedad los ratifique, cuando su desempeño fue estéril y destructor.

En el plano de las entidades federativas, muy probablemente tengamos a siete Gobernadoras y ocho Gobernadores, en los 15 estados donde se renovarán los titulares del poder ejecutivo local. Complementario al proceso federal los cambios en los congresos locales, miembros de los ayuntamientos y sindicaturas, un proceso gigante y complejo para las autoridades electorales.

El galimatías político en nuestra nación, no es Andrés Manuel López Obrador el generador exclusivo, ni la 4T o Morena; en Chihuahua, transitamos un peculiar proceso electoral estatal, la necedad del Gobernador del Estado en su lucha desfasada contra la corrupción; los aspirantes sin respeto a la ley, a las instituciones y los potenciales electores, nadie ni nada los detiene, la lucha por el poder es bestial. El gobernado por el panista Javier Corral Jurado, un comportamiento idéntico al que desempeña el presidente de México, de injerencia directa en las decisiones internas de los candidatos; un acorralamiento constante a la aspirante María Eugenia Campos Galván con la estrategia anticorrupción “Justicia para Chihuahua”. Un continuo trabajo electoral, desde su gobierno para imponer a Gustavo Enrique Madero Muñoz, no importa lo que se tenga que hacer, pero absolutamente todos los delegados panistas funcionarios y empleados deberán votar por Madero Muñoz. No le queda claro a Javier Corral Jurado, la máxima del PRI, “Gobernador no deja Gobernador”.

Mientras que, en el PAN, la lucha despiadada del gobernador contra Maru; en Morena la estrategia engaña bobos, de levantar una “encuesta ciudadana”, para determinar quién será su abanderado. Los participantes, el senador Cruz Pérez Cuellar, el diputado Juan Carlos Loera de la Rosa, el consejero independiente Rafael Espino de la Peña, y para rematar el flamante presidente de ciudad Juárez Héctor Armando Cabada Alvidrez. Todos con sus valías propias, sus contactos en el gobierno de la 4T y por supuesto amigos personales de Andrés Manuel López Obrador. Todo fue un vil engaño, una encuesta puramente simulada y un proceso dedocrático para imponer a Juan Carlos Loera de la Rosa. Todos se veía venir así, solo los ingenuos creyeron que tenían posibilidades, el único que formo parte de la estrategia democrática, fue el alcalde Armando Cabada y como galardón por sus servicios, será el candidato a diputado federal plurinominal por Morena; el derecho de asignar a Gabriel Flores Viramontes (a) El Mangas su sucesor en el gobierno municipal; colocar a su ahijado Víctor Valencia Jr. por el distrito 03 y pagar una factura que le quedo pendiente del 2018 al abogado Edgar Villegas con la nominación en el distrito 04.

Don Armando Cabada, como le llaman actualmente es el nuevo zar de la política en Chihuahua. En cuanto le abrieron la puerta en la casa de MORENA, ni tardo ni perezoso se metió hasta la cocina y empezó a dar catedra a Mario Delgado y por supuesto a Juan Carlos Loera, con pizarrón en mano les fue detallando la forma para descarrilar a Cruz Pérez Cuellar y Rafael Espino de la Peña en sus aspiraciones para alcanzar la ansiada nominación a gobernador. El alcalde que colgó los hábitos de independiente, para irse a Morena, claro no por amor a Loera de la Rosa, mucho menos a Morena, fue por la abultada retribución política que obtuvo. De todos conocido, lo registraron como candidato plurinominal en una posición envidiable, la cual le garantiza una curul en San Lázaro; el distrito para el Jr. del finado Víctor Valencia de Los Santos y de pasadita paga la factura pendiente con Edgar Villegas, expresidente de la Asamblea Municipal del IEE en Juárez, pura política de gran envergadura.

Para los tentáculos del “GoodFather”, su nueva estrategia, es no colocar todos los huevos en una canasta, y de pasada cumplir sus compromisos; al Mangas Flores Viramontes, lo pasea en el 80% de las dependencias y al Güero Martínez Ortega en el resto de las áreas municipales. Sosteniendo en la nómina pública y secreta a operadores de gran talla. La distribución de sus principales allegados en las diversas planillas de regidores, claro la de Morena y Movimiento Ciudadano, así como en algunas de las candidaturas de ambas fuerzas políticas es la muestra más clara de la operación política de Don Armando. A quien aparentemente no le ha quedado claro, ni le ha caído el veinte es a Graciela Ortiz González, flamante candidata a Gobernadora. Sera la alegría desmedida que se carga o la ceguera de la realidad o mejor dicho el seguir dentro de la nómina partidista y tener posibilidades, por un lado, rascarles a las prerrogativas y por el otro, colocar a sus incondicionales para que, concluido el proceso electoral, ella y sus esbirros se apoderen de las migajas que les va a dejar la estrepitosa derrota electoral. La candidata a gobernadora, olvida la triste realidad que vive el PRI después de la aporreada del 2018, quizás no lo ha entendido o tiene claro el entorno y lo que busca “Chela” Ortiz, es colocar en las candidaturas en juego, no a las mujeres y hombres con méritos propios y trayectorias limpias que pueden dar la batalla en una elección desigual.

En las arenas movedizas del PAN juarense, existen muchas voces que desconfían del abogado Javier González Mocken, para muestra la integración de la planilla de regidores, puros panistas y un solo mockenista, al exmorenista y expriista hoy neopanista lo invito Cesar Gustavo Jáuregui Moreno, no por sus buenas practicas, lo va a utilizar como lo hace siempre, no para que gane la elección en Juárez, sino para que Súper Mocken, le aporte a la campaña de Maru Campos 80 mil votos y con ello el PAN retenga la gubernatura. Aunado a que, de las entrañas del PAN, circulan rumores que los Mocken y su pandilla sostienen reuniones con operadores de Morena y PRI para maniobrar el voto cruzado en favor de Maru.

En la característica competencia electoral, la mayoría de las corrientes partidistas muy en el fondo de su corazón, sabe que solos no van a alcanzar la victoria, que tendrán que ajustarse a las variables de la elección, todo puede cambiar, nada está escrito y los pactos de sangre son susceptibles de modificarse según la conveniencia política. Las corrientes lopezobradoristas, van con todo y contra todos, no les importa el dinero que se requiera, ni la legalidad en sus acciones, tiene el presupuesto a su disposición y la decisión de ganar a como sea, no importa cómo. Las candidatas y candidatos a la presidencia municipal de Juárez, sin duda ya están algunos definidos, por el PAN, Javier González Mocken; por el PRI, Adriana Fuentes Téllez; por el PVEM, Gerardo Manuel Antonio Andreu Rodríguez; por Movimiento Ciudadano, José Rodolfo Martínez Ortega; Por Partido de la Revolución Democrática, Irma Celia Medrano Flores. Quienes, en una acción de sacrificio por Juárez, deben de ceder su aspiración personal y juntarse para conformar un bloque que le impida repetir en el Gobierno Municipal al actual alcalde Armando Cabada a través de su marioneta Gabriel Flores Viramontes. Las alianzas electorales no formales o los blockes opositores son válidos, cuando todos coinciden en que la actual autoridad tiene al municipio hundido en el peor atraso de su historia y la amenaza que en la próxima administración sean los mismos, con las mismas mañanas, es cuando los opositores deben de analizar una operación estratégica del voto útil.

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