Felicidades en su Día al Gremio Ferrocarrilero

Por: Oscar J. Amaya Ibarra.

Analista

Siete de Noviembre “El Día del Ferrocarrilero”

Hoy es un día muy especial para los trabajadores de la industria ferroviaria de nuestro querido México. Hoy es un día de fiesta para los ferrocarrileros activos y jubilados, porque se celebra un aniversario más de la gesta heroica de Jesús García Corona. Aquel hombre que nació el 13 de noviembre del año de 1881 en la ciudad de Hermosillo, Sonora, y que, siendo muy joven, junto con su familia se trasladó a vivir a Nacozari, Sonora; lugar donde entró a trabajar a la compañía del ferrocarril The Moctezuma Copper Company-Phelps Dodge, Co.

Los ferrocarrileros, lo recordamos con mucho cariño y admiración, este día se cumplen 113 años de aquella memorable fecha, (7 de noviembre de 1907), cuando a punto de cumplir 26 años de edad, Jesús García ofrendó su vida para salvar al pueblo de Nacozari del desastre que iba a provocar el inminente estallido de dos vagones con dinamita que manejaba en su tren. Por decreto del presidente Manuel Ávila Camacho, en el año de 1944 se eligió el siete de noviembre de cada año, como: “El Día del Ferrocarrilero”.

Jesús García Corona, fue un personaje ejemplar: que evoca el valor, la responsabilidad, la lealtad y la solidaridad del gremio ferrocarrilero, cuyo legado es la herencia que se han transmitido de generación en generación. Los trabajadores ferrocarrileros, son el pilar fundamental de una industria que es la columna vertebral en el tráfico seguro de bienes y mercancías en grandes volúmenes. Han apoyado de manera muy importante al comercio entre las diferentes regiones del país, y a los intercambios comerciales con otros países, que son la parte esencial para la competitividad de la economía mexicana en un contexto mundial. Los ferrocarriles representan, en cualquier País del mundo, un componente muy destacado del sistema de transporte y, cada día, con la modernización están llamados a ser mejores.

Los trabajadores al servicio de los ferrocarriles en México, han asumido con responsabilidad el rol que les corresponde como actores sobresalientes en el esfuerzo por la modernización del transporte ferroviario nacional. Han sido siempre un factor muy importante en los cambios tecnológicos, sus frutos están a la vista en los ferrocarriles modernos que actualmente transitan por nuestras vías y que son manejados por la iniciativa privada.

Indudablemente, la privatización de los ferrocarriles, adelgazó las plantillas de personal, dejando en la indefensión a miles de ferrocarrileros que se quedaron sin su fuente de trabajo, la nueva dinámica empresarial que los ferrocarriles han vivido, vino a sustituir a un gran número de trabajadores, por máquinas y tecnología de punta, centrando sus prácticas laborales en generar eficiencia, de acuerdo a la nueva cultura laboral. Por otra parte, la privatización también dejó a casi cuarenta mil trabajadores jubilados, con paupérrimas pensiones que, hasta la fecha, sus justas demandas no han sido atendidas en su totalidad. Sin embargo, esos ferrocarrileros jubilados mantienen la esperanza en la justicia y los motiva su reciedumbre y el esfuerzo de un gremio que aprendió a ser responsable, alegre y con mucho ánimo, virtudes que a través de los tiempos han distinguido a los trabajadores del riel.

A los trenistas, que se rifan la vida todos los días a bordo de los trenes que transportan la carga que requieren sus patrocinadores. A los obreros de los talleres, que con su esfuerzo mantienen en condiciones el equipo tractivo y de arrastre. A los trabajadores de vía que, sin importar las condiciones del tiempo, recorren a diario sus tramos, en un afán por mantener la infraestructura en buenas condiciones para que los trenes puedan circular con seguridad. A los técnicos de telecomunicaciones que mantienen en óptimas condiciones la comunicación. A los despachadores de trenes, hoy controladores, que son garantes de que los trenes transiten con orden, seguridad y optimizando el tiempo de sus recorridos. A los oficinistas y administradores que se esfuerzan todos los días por mantener un férreo control de los ingresos y egresos, permitiendo el crecimiento de las empresas ferroviarias que son el patrimonio de miles de familias ferrocarrileras. A los ferrocarrileros jubilados que, entregaron su vida al servicio de esas nobles empresas ferroviarias, que fueron el sostén de sus familias y que hoy disfrutan de su merecido descanso por el esfuerzo realizado por tantos años. A los ferrocarrileros activos y jubilados que, se nos adelantaron en el camino. Para todos ellos: vaya una sincera felicitación y un abrazo fraternal.

Jesús García Corona, insigne ferrocarrilero

Tu legado es acervo, es enseñanza, es nobleza

Héroe que es ejemplo de lealtad y templanza

Ofrendaste tu vida, por tu pueblo, ¡compañero!

Los ferrocarrileros te recordamos con admiración

Buscando siempre emular tu esfuerzo y tu valor

Laboramos por México con entrega y con amor

Engrandeciendo nuestra patria con abnegación.

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