El futuro de Ucrania
Por Ethan Tejón Herrera.
Analista
El futuro de Ucrania se encuentra en vilo, mientras las piezas en el tablero geopolítico son acomodadas por dos de las superpotencias del momento: Estados Unidos y Rusia.
Asociadas comúnmente como el mundo libre occidental y el hemisferio centro asiático, donde proliferan dictaduras y violaciones a los derechos humanos bajo regímenes autoritarios o híbridos.
Las tensiones en la frontera de Ucrania se remontan al menos desde 1991, tras la disolución de la entonces Unión Soviética y se agravó hasta la actualidad tras los intentos de anexión forzada de 2014 por parte de Rusia.
Al menos 13 mil personas han fallecido y los temores de una nueva guerra en la región amenazan a la estabilidad del bloque europeo y a la comunidad internacional.
Una guerra en el lado europeo, podría repercutir en las economías de ambos bloques comerciales, principalmente al lado ruso.
La amenaza de sanciones económicas por parte de los Estados Unidos y de sus aliados de la Unión Europa, no han bastado para frenar los intentos de expansión rusa en una región que siempre ha considerado como propia.
Al menos desde 2008, tras la invasión de Georgia y la de la península de Crimea en 2014, la política expansionista del Kremlin, ha demostrado no dudar en cuanto se trata en términos bélicos, cuando se trata de recuperar territorios de la extinta URSS.
La fragmentación de aquel conglomerado de países satélite, ahora convertidos en naciones independientes o bajo ciertos regímenes autoritarios, repercutió en la sociedad rusa y en su ideario nacional.
Recuperar a la extinta gran “Madre Rusia”, se ha convertido más en un ideal utópico que en una realidad. Ideal que ha sido recuperado por partidos políticos y por ideólogos de Putin, para crear un relato que ilustre el sueño o la utopía soviética perdida; una retrotopía (la romantización de un pasado que jamás fue como se describe en términos actuales).