El aeropuerto improvisado
Por Ethan Tejón Herrera.
Analista
El nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), dejó mucho que desear luego de su pregonado “éxito” inaugural.
A pesar de las opiniones divididas a través de la prensa y del ciberespacio, quedó demostrado que las instalaciones del nuevo aeropuerto no cumplieron con las expectativas y mucho menos con las promesas de campaña del actual gobierno.
El espacio del mismo quedó reducido, así como la distancia dificulta la llegada y el flujo de pasajeros.
Además, los vuelos con destino hacia los Estados Unidos quedarán lejos del itinerario del nuevo aeropuerto, ya que no cumplen con las normas de seguridad internacionales.
La malograda categoría 2 en seguridad aeroportuaria, es un fracaso en la gestión de la nueva terminal aérea.
Más que tratarse de un proyecto que contribuya a los ciudadanos, se trata de un mero capricho presidencialista.
Esta obra faraónica, solamente ayudó a enriquecer a los contratistas militares, así como a los involucrados en el proyecto, ya que la información financiera acerca del mismo se encuentra bloqueada al acceso público, so pretexto de la seguridad nacional.
La opacidad en el proyecto, es un indicador de que la corrupción no ha logrado ser erradicada en un gobierno que prometió hacerlo.
Mientras tanto, los vuelos en el nuevo aeropuerto serán en su mayoría nacionales, a diferencia del único destino internacional de momento: Venezuela. Una nación bajo un gobierno autoritario y despótico, que si bien nuestro país afortunadamente no se encuentra bajo las mismas condiciones, si se encuentra en un caldo de cultivo que podría ocasionar un destino similar al de aquella aquejada nación latinoamericana.