Anaya, el perseguido

Por Ethan Tejón Herrera.

Analista

De nuevo, Ricardo Anaya Cortés; aquel conocido político mexicano que se ha convertido en una de las figuras clave de la oposición, ha dado de qué hablar.

En esta ocasión, a través de sus conocidos videos semanales que publica a través de sus redes sociales, el panista alegó ser víctima de una persecución política orquestada desde Palacio Nacional.

De momento, la nación se encuentra dividida entre dos bandos; aquellos que creen que Anaya debe afrontar el proceso penal y sea declarado culpable, mientras que sus contrapartes son aquellos que creen que es inocente y debe comprobarlo.

Desde mi punto de vista, mi opinión al respecto es neutral. Ya que no tengo pruebas de que Anaya haya recibido sobornos del entonces PRI gobernante, cuando era legislador de la facción panista; así como también considero que debe demostrar su inocencia en ese caso.

Si bien es cierto, al partido de turno le conviene desacreditar a su principal oponente de cara a los comicios de 2024 y dejar el camino libre ya sea a Claudia o a Marcelo.

En esta ocasión, el Presidente actuó con cierta cautela al declarar que el proceso penal que enfrenta Anaya le corresponde a la FGR y no a su oficina.

En este momento, no se sabe con certeza a dónde se fue el panista, mientras algunos intuyen que fue a Atlanta, Estados Unidos; otros especulan que iría con destino hacia Canadá, una nación con un complicado esquema de extradición.

La gravedad del asunto, es de vital importancia para la próxima elección presidencial. Mientras Anaya está acorralado, ciertos sectores del panismo como el calderonista se aprovechan de la situación.

El nombre de Margarita, podría ser barajado de vuelta.

En mi opinión, hay buenos perfiles de oposición que merecen ser considerados. Y si se trata de una mujer, mejor todavía.

A su vez, cabe recordar que la ambición desmedida de Anaya fragmentó a su partido en 2018, así como la persecución de la UIF de Peña Nieto, lo cual le dejó puerto seguro a Andrés Manuel de llegar a la Presidencia sin pormenores.

Si Anaya vuelve a la carga, es factible que el panismo no se lance en coalición por la grande. Algo que sin duda debilitará su paso a las urnas y le dará impulso a Morena.

En México, es un hecho que la justicia es selectiva y no culpo a Anaya de tener temor a afrontar el proceso penal. Lo que le pasó a Rosario Robles es un buen ejemplo.

Pero sin duda, considero que acudir, enfrentarse a sus inquisidores y presentar evidencia podría lograr un gran impulso a su campaña electoral.

El exilio tan solo genera mera especulación y desconfianza entre los electores. Este cuento del gato y del ratón, tan solo volverá más difuso el proceso electoral que se vendrá en tres años.

Comentarios de Facebook

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies