Ciudad de México – El actual Gobierno federal ha aplicado una austeridad selectiva ya que se registran recortes en ramos administrativos y autónomos, pero incrementos de hasta 20 veces más en otros, señala el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Pese a los cambios normativos, la austeridad no ha sido aplicada en el país para todas las dependencias y, de hecho, el gasto total aumentó 20.5 por ciento en términos reales de 2018 a 2024, explica en su análisis “Austeridad, debilidad institucional y presupuesto: comparativo 2018 vs 2024”.
“Se trata de una austeridad selectiva en la que, si bien se observan recortes al presupuesto de varios ramos administrativos, se privilegia a otros con incrementos considerables”, sostiene.
Por ejemplo, el gasto para la Secretaría de Energía contemplado para 2024 asciende a 167 mil 736 millones de pesos, 20 veces mayor al que le fue asignado para el ejercicio de 2018.
Mientras que la Secretaría del Bienestar recibirá 302.9 por ciento más, en términos reales, respecto al monto asignado en 2018, detalla.
En contraste, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes tendrá 55.1 por ciento menos recursos, en términos reales.
El CIEP destaca que también los órganos autónomos han sufrido recortes, entre ellos el Instituto Federal de Telecomunicaciones, que tendrá la mayor caída con 42.1 por ciento menos recursos para 2024 respecto a lo recibió en 2018.
En conjunto, con estos gastos y recortes, el desembolso neto total del sector público crecerá en 2024, 20.5 por ciento más, en términos reales, respecto al ejercido en 2028, resalta.
Sin embargo, los ingresos presupuestarios aumentarán solamente 14.4 por ciento en el mismo periodo, advierte.
Mientras que los ingresos derivados del financiamiento incluidos en la Ley de Ingresos de la Federación aumentaron 158.5 por ciento.
Como consecuencia de ello, la deuda pública, a lo largo del periodo, habrá aumentado 5.2 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), señala el CIEP.
Medida a través del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, la deuda habrá pasado de 43.6 por ciento del PIB en 2018 a 48.8 por ciento, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda.