21 de Enero de 2021
En un comunicado emitido pocos minutos después de efectuarse la ceremonia de investidura, el gobierno chino impuso prohibiciones de viaje y restricciones comerciales al ahora exsecretario de Estado, Mike Pompeo, al asesor de seguridad nacional, Robert O’Brien, y al embajador de la ONU, Kelly Craft.
Otros exfuncionarios que aparecen en la lista son el asesor económico de Trump, Peter Navarro; el principal diplomático estadounidense en Asia, David Stilwell; el secretario de salud y servicios humanos, Alex Azar; el exasesor de seguridad nacional John Bolton, y el exasesor de Donald Trump, Stephen Bannon.
Las sanciones contra quienes fueron funcionarios durante el gobierno de Trump son, en gran parte, simbólicas. Sin embargo, analistas consideran que es una muestra de la antipatía del gobierno chino hacia esa administración, considerada hostil por ese país.
“En los últimos años, algunos políticos anti-China en los Estados Unidos, debido a sus intereses políticos egoístas y prejuicios y odio contra China y sin mostrar respeto por los intereses del pueblo chino y estadounidense, han planeado, promovido y ejecutado un serie de movimientos locos que han interferido gravemente en los asuntos internos de China”, indicó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático.
Ayer, Mike Pompeo anunció que había declarado que la represión de las minorías étnicas musulmanas por parte de China era un “genocidio” y añadió que eso abriría puerta a nuevas sanciones contra funcionarios chinos.
La administración Trump presionó a China desde el año pasado, pero esa presión ha aumentado hasta el final de sus funciones. Durante sus últimas semanas en el cargo, el gobierno de Trump sancionó a funcionarios chinos por sus actos represivos en Tíbet, Taiwán, Hong Kong y el Mar de China Meridional.