28 de Noviembre de 2019
El dictador boliviano Evo Morales ha sido declarado terrorista por el gobierno su país y se ha convertido en huésped incómodo para el presidente Manuel López.
El asunto se complica porque Donald Trump anunció represalias contra los grupos de narcos que operan en México al designarlos terroristas.
Evo es considerado uno de los principales barones de la cocaína en el mundo, con ligas comerciales con el Cartel de Sinaloa que comparte favores con el gobierno de la 4T.
La presidenta boliviana Jeanine Añez presentó demanda formal ante los organismos internacionales para pedir la captura de Morales por sedición y terrorismo.
Añez basa sus acusaciones en serie de audios que colocan a Evo como el instigador de las protestas vandálicas en Bolivia por medio de los productores cocaleros a los que ordena estrangular ciudades para que no pasen alimentos.
La demanda contra Evo pone en serio predicamento a México, que ha dado trato de Primer Ministro al millonario dictador cocalero.
Añez cuenta con el apoyo de Estados Unidos, por lo que Evo podría ser arrestado por Estados Unidos en cualquier momento para ser llevado a juicio por terrorismo y tráfico de drogas, entre otros cargos.
El asunto es grave. Una eventual detención del capo cocalero pondría al descubierto sus nexos en México.