29 de Abril de 2020
El presidente salvadoreño Nayib Bukele es el presidente más popular de América Latina y personaje central de Twitter.
El joven mandatario de 38 años es un fenómeno. Está pasando a la historia como el primer presidente latinoamericano que no es parte de las mafias del hampa y tira a matar contra Maras y criminales.
Bukele es visto como un icono para los países latinoamericanos como México, donde los criminales son el poder tras el trono y deciden quienes van a ocupar los mandos y puestos de poder en el gobierno.
Bukele no ha vacilado en poner un alto al crimen satánico y adorador de la Santa Muerte. Dio el primer zarpazo cuando al tomar posesión en 2019, advirtió a los criminales que era tiempo de alejarse de las pandillas si no querían morir acribillados por la policía o pasar sus días en la cárcel.
Los malos no se lo creyeron, pero Nayib tiro a la basura las recomendaciones socialistas de la ONU sobre los derechos humanos de los delincuentes y opto por defender a los ciudadanos indefensos bajo su gobierno.
Apenas la semana pasada confinó en las celdas oscuras y de alta seguridad a miles de pandilleros de todas las mafias y bajó el nivel de homicidios y atracos. Rapó de la cabeza a los malandros y ordenó a los policías tirar a matar si los agredían.
Bukele considera que los Maras son falange del crimen organizado para operar el narcotráfico, guerrilla o terrorismo. Por eso no tiene piedad contra ellos.
Comparte la idea del presidente Donald Trump que los criminales no son humanos, sino animales a los que hay que matar antes ellos nos maten.
En México, es todo lo contrario. Los criminales son seres humanos VIP y con derechos a no ser encarcelados bajo ningún concepto. Los gobiernos y Congresos operan bajo el mando del crimen organizado y una nueva ley del presidente Manuel López ordena liberar de las cárceles a todos los presos en plena Cuarentena, para que no tengan ningún impedimento de cumplir su mortífero exterminio y muerte para sojuzgar a la sociedad por medio del miedo, robo, crimen y violencia en impunidad.
“Me cae bien, pero no entiende lo que está pasando”, dijo Nayib respecto a su homólogo mexicano.
AMLO vive en un pasado siniestro que engendró las dictaduras Chavistas más retrógradas de América Latina.