Hablemos del agua que se sustrae del subsuelo

Por: Oscar Javier Amaya Ibarra.

Analista

Los agricultores de la parte sur del estado, defienden con toda razón, el agua pluvial que se almacena en las presas del estado y que sirve entre otros usos, para regar las diferentes siembras que se producen en aquella región. El conflicto ha escalado hasta llegar al enfrentamiento con las fuerzas federales, por no ponerse de acuerdo en cómo administrar la cuota de agua que México debe entregar a Estados Unidos de Norteamérica para cumplir con el tratado de 1944.

Pero poco o muy poco, se habla del agua que se sustrae del subsuelo para utilizarla indiscriminadamente en siembras de algodón, maíz y otros productos que, aunque estamos conscientes que son necesarios para nuestra subsistencia, todo indica, que cuando menos, no están aquilatando el costo beneficio, si consideramos que gran parte del territorio de Chihuahua es desierto, y que las aguas pluviales, no son precisamente muy abundantes. Los que saben del tema opinan que las reservas de agua en Chihuahua son escasas y que podrían colapsar en poco tiempo.

Si viajamos por la carretera a Juárez y nos desviamos hacia Flores Magón, más adelante por el tramo nuevo que nos conduce hasta Nuevo Casas Grandes; podemos ver con asombro, que existen grandes extensiones de tierras de siembra que hace unos años eran solo desierto con matorrales y plantas propias de esas áridas regiones. Son tierras que hoy están convertidas en grandes productoras agrícolas y que para su riego utilizan agua del subsuelo. Desde la carretera se observan colonias muy pobladas que se han formado en lugares estratégicos, con grandes bodegas y el movimiento de camiones y maquinaria agrícola que son muestra fiel de que en esas tierras la producción agrícola es en serio.

Son primordialmente Menonitas, quienes trabajan la tierra y al igual como lo han hecho en otros lugares, su perseverancia, trabajo y capacidad de organización, han convertido el desierto en un oasis que hoy da vida a la región. Igual como lo hicieron en le región de Cuauhtémoc, donde transformaron los llanos y mesetas en tierras de cultivo, con alta producción agrícola y lechera, aplicando técnicas y utilizando maquinaria especializada y un férreo carácter para lograr sus objetivos.  Hoy están transformando a la región de Sueco, Galeana, Janos y Ojinaga, contribuyendo de manera muy importante al desarrollo de nuestro Estado.

Sin embargo, la sobreexplotación que se hace de los mantos acuíferos que se encuentran en las regiones áridas que vengo describiendo en párrafos anteriores, eventualmente podrían consumir las reservas existentes de agua y con mayor razón en un año que se viene distinguiendo por la escasez de lluvia. Pero, es aún más grave, todavía, que se sigan perforando nuevos pozos, lo cual es evidente si observamos maquinaria especializada para tal fin. Al respecto mucho se comenta que en estos tiempos las autoridades de la Conagua mantienen restringidos los permisos. 

Hace unos tres años, leí una declaración del Gobernador Javier Corral, diciendo que la reserva de agua para consumo humano estaba en grave riesgo y que apenas tendríamos para cubrir los próximos 15 años. Así mismo, pero hace aproximadamente cinco años, Kamel Athie un experto en el tema del agua que, por cierto, publicó varios artículos sobre su manejo, declaró que las reservas de agua en el estado alcanzarían para unos 20 años, y aunque negó que la cultura menonita no es la única responsable del daño acuífero, sí admitió que son ellos el principal grupo con el que tendrán que reorientar las técnicas de extracción de aguas subterráneas. A cinco años de distancia todo parece indicar que las cosas siguen igual, no obstante que el señor Athie fue el Director estatal de Conagua hasta el año pasado. Sin querer buscarle, el lado negativo a la situación del agua, pero si con el afán de despertar conciencias y sobre todo, porque debemos estar muy preocupados por el futuro de la región y de nuestros hijos y nietos que serán los habitantes de Chihuahua en las próximas décadas. Considero oportuno hablar de un tema tan importante, que es de hecho, una preocupación mundial, pero que sin duda lo será aún más en los años venideros. Surgen pues, algunas preguntas que nuestras autoridades deberían no solo contestar, sino aplicarse en resolver los problemas que se derivan de las mismas: ¿Qué está haciendo al respecto la Dirección General de Conagua? ¿Esos cientos de pozos que están operando y otros en proceso de perforación, cuentan con los permisos de la Conagua? Si es así, ¿Cuáles son las reservas que tenemos en el subsuelo y porque el mismo Gobernador ha declarado que en 15 años (al día de hoy se reducen a 12 años) podríamos tener problemas para nuestro consumo?, en el caso de que existan irregularidades en los permisos, ¿Porque la Conagua no solo no ha intervenido sino por el contrario permite que se sigan abriendo nuevos pozos?

Comentarios de Facebook

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies