Toluca – Durante tres años Lisbeth Karina, vendedora de pollo en la capital del Estado de México, ha sido víctima de extorsión por parte de integrantes de la Familia Michoacana. El último ocurrió el 22 de diciembre cuando cuatro de sus trabajadores fueron levantados.

Ayer, frente a Palacio de Gobierno y acompañada de familiares de sus empleados, exigió a la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, que tome cartas en el asunto para detener a los responsables y localizar a los trabajadores desaparecidos.

“Llevamos más de tres años siendo extorsionados por La Familia Michoacana, haciéndonos el cobro de piso para dejarnos trabajar. Hemos sido víctimas de amenazas y agresiones, como son mi secuestro, después el secuestro de mi padre; han quemado las bodegas en las que trabajamos, balaceado las mismas y este último ataque, que fue el levantón de mis trabajadores”, reprochó la comerciante.

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