¡Ya viene la carga!
Por José Eduardo Limón Camacho.
Analista
De nueva cuenta volvemos al tema, la embestida sistemática de los promotores del aborto no cede ningún peldaño; por desgracia, el debate comienza a tener cierto desgaste y en gran medida se ha trivializado con falsos argumentos. Pero mientras el asedio a la verdad permanezca, es nuestra obligación salir en su defensa, cuantas veces sea necesario, sin recato ni temores humanos.
Como era de esperarse, luego de que se aprobó la ley del aborto en Argentina, los diputados de MORENA; encabezados por la legisladora Lorena Villavicencio, propusieron ante la Comisión Permanente que, en el nuevo periodo de sesiones, uno de los temas prioritarios a tratarse en el Congreso, sea la despenalización y legalización del aborto.
Bajo la retórica de: ‘‘derechos reproductivos’’, ‘’lucha por los derechos de las mujeres’’, ‘’mi cuerpo, mi decisión’’, ‘’eliminación de la pobreza’’, ‘’no más muertes de mujeres en clínicas clandestinas’’, etc., se pretende anular, el hecho científico de que desde el momento de la concepción existe un ser humano con una carga genética, no sólo distinta a la de los padres, sino a la total universalidad del género humano.
Pero los promotores e impositores del aborto, poco quieren entender de biología y prefieren situar su carga ideológica en la manipulación del lenguaje y en la distorsión de los derechos fundamentales; ahora resulta que una mujer goza de plenitud de derechos, cuando tiene la posibilidad y tutela del Estado, para termina con la vida del niño que lleva en su vientre y que, dicho sea de paso, también puede ser mujer.
Bajo éste contexto, la diputada de MORENA, manifestó que era “necesario cumplir con el anhelado derecho de las mujeres, a acceder a la interrupción del embarazo y dar un paso hacia la garantía del derecho a la salud y al reconocimiento de la igualdad de las mujeres, respetando su autodeterminación reproductiva en condiciones de legalidad, confidencialidad y seguridad”. Muchos eufemismos y cero verdades en tan pequeño párrafo.
Lo que ignora la diputada, o acaso es que simplemente insiste en no ver, es que el aborto no resuelve absolutamente nada; su legalización no garantiza que dejen de morir mujeres en las clínicas u hospitales. A pesar de su legalización, seguirá siendo un procedimiento a ciegas y con alto riesgo para quienes lo practiquen; tampoco disminuirá la pobreza, ni se terminará con las agresiones sexuales, mucho menos creará un ámbito de mayor igualdad entre hombres y mujeres.
No será así, porque el aborto no atiende a las causas mismas que generan la desigualdad y los ultrajes en contra de las mujeres. El aborto lo único que consigue, es terminar con la vida de un inocente y convertir a una mujer en Madre de un niño abortado.
Es desde, el ámbito jurídico de donde pretenden sacar el mayor provecho posible, imponiendo una distorsión en los conceptos y en los principios elementales del Derecho. Esgrimen una infinidad de argumentos, para convencernos sobre las supuestas bondades de su legalización; aparentes derechos son invocados y colocados por encima del principal derecho que tiene todo ser humano; la vida.
Bien lo ha dicho el Doctor en Derecho de la UBA, Gregorio Badeni: ‘‘Sin vida no hay libertad, ni posibilidad alguna de ejercer los derechos naturales que conforman la esencia de la personalidad, ni tampoco la amplia gama de potestades que, en consecuencia, le reconoce al individuo la ley positiva. En realidad, sin vida no existe el ser humano, de modo que no resulta aventurado sostener que ella, más que un derecho, constituye una cualidad inseparable de la condición humana y presupuesto indispensable para su existencia’’.
Implementar el aborto mediante una ley, distorsionar el lenguaje, ignorar a la ciencia, aducir supuestos derechos, generar una ola tendenciosa y maquinada desde las altas esferas mundiales, utilizar como ejemplo los caso más trágicos y lamentables… en fin; todas esas maniobras, no cambian el hecho maravillosamente probado de que una nueva vida huma, se produce en el momento mismo de la concepción.
¡Ya viene la carga! Querrán imponer el aborto en México, y para ello se apoyarán en el mayoriteo; no en las realidades médicas, biológicas, neurológicas, ontológicas y filosóficas; ni mucho menos morales o religiosas. La consigna es imponer, y nuestra obligación es dar la batalla, salir del escrúpulo y defender la vida.