Un fantasma recorre México
Por Gilberto Miranda Chávez.
Analista
“Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo”, así inicia el Manifiesto del Partido Comunista, escrito por Karl Marx y Friedrich Engels en 1848. ¿Pero, qué es el manifiesto? Es un texto político y económico, provocador y violento, en el que se desaprueba el moderno sistema de producción económica capitalista y se alienta a la lucha de clases en contra de quienes poseen un nivel de riqueza superior.
El texto posiciona al comunismo, como el sistema político y económico dominante; dice el texto que la historia de todas las sociedades hasta el día de hoy es historia de luchas de clases, no dice que la historia de todas las sociedades hasta el día de hoy es historia de progreso.
El texto plantea al comunismo como una revuelta de pobres contra ricos. Y más allá de los errores que el texto proyecta, centrémonos en una cosa: la provocación y la violencia.
Dice el texto, que los principales objetivos de los comunistas son: constitución de los trabajadores como una clase social, el derrocamiento de quienes poseen riqueza y la conquista del poder político de la clase social trabajadora.
Pero el texto va mucho más allá e indica que: lo que caracteriza al comunismo no es la abolición de la propiedad sin más, sino la abolición de la propiedad de las personas con un ingreso y riqueza superior.
Por otra parte, el socialismo es la eliminación de la propiedad privada, para convertirla en propiedad pública. Es decir, que el comunismo y el socialismo, ambos, en esencia, son y proponen lo mismo: la supresión de la propiedad privada.
Una vez entendido, de forma breve y concisa, la base del texto del Manifiesto del Partido Comunista, escrito por Karl Marx y Friedrich Engels, le pregunto: ¿Este discurso, provocador y violento, no le parece similar al que actualmente se predica en México?.
Lo que actualmente vive el país, en términos ideológicos, tiene sus raíces en este manifiesto o, dicho de otra manera, en el marxismo. Por lo que hoy está pasando el país, no es más que el fruto del descuido ideológico, es decir, de haber descuidado las ideas de orden, progreso y libertad, para favorecer a las ideas provocadoras y violentas.
Lo que hoy se predica, es la provocación y violencia en contra de quienes poseen una riqueza superior. La riqueza puede provenir de dos formas: de forma coactiva y de forma voluntaria. Cuando la riqueza proviene de forma coactiva, quiere decir que se obliga a la gente a entregar una parte del fruto de su trabajo, como en el caso de los impuestos; cuando la riqueza proviene de forma voluntaria, quiere decir que la gente se gana la riqueza trabajando y sirviendo al prójimo con productos y servicios de calidad. La riqueza que se debe combatir, es la obtenida por medios coactivos y la que se debe reconocer, es la obtenida por medios voluntarios.
En el país, pasa lo contrario, se premia al tramposo y se castiga al virtuoso. En un sentido económico, aunque también en otras áreas, el país vive una fuerte crisis moral. El discurso marxista ha calado hondo en los ciudadanos, en todos aquellos que ven en el trabajo una forma de explotación, cosa que no es así. El discurso marxista ha provocado a quienes ven en quien genera riqueza a un enemigo de la sociedad, cosa que tampoco es así. A un país como este, que ha soportado tanto, no deberían asustarle los fantasmas del pasado, sino los fantasmas del comunismo, que son peores. Un fantasma recorre México, el fantasma del comunismo.