Tres partidos contrarios a morena llegaran unidos a las elecciones de junio
Por Oscar J. Amaya Ibarra.
Analista
“Va por México”, así se hace llamar la coalición formada por los partidos PRI, PAN y PRD, que se unieron para competir en las próximas elecciones, obviamente, con el objetivo bien claro de quitarle la mayoría en el Congreso al partido en el poder, por ende, restarle fuerza al gobierno de López Obrador. Buscan, así mismo, retener algunas de las gubernaturas que hoy están en su poder. La guerra por el poder, entra en escena y esta vez, será una guerra con todo, donde se avizora que el piso para nada será parejo, sí observamos que el poder, está utilizando “todo su poder para poder” -como dijera un clásico de triste recuerdo para Chihuahua- y, claro, antes que me lo reclamen agregaré, que lo anterior nada tiene de nuevo, así ocurría en el pasado cuando el PRI era el partido hegemónico.
En el pasado reciente, desde el segundo trienio de Zedillo y los gobiernos subsecuentes hasta Peña Nieto, los Congresos fueron plurales y representaron un democrático contrapeso a esos gobiernos. Hoy los partidos que van en coalición, buscan precisamente eso, que el Poder Ejecutivo tenga una tranca que no lo deje hacer su santa voluntad, lo cual resulta y resalta que es lo más sano, para la todavía, frágil democracia mexicana. Sin embargo, y sabiendo que los resultados les podrían ser adversos, Andrés Manuel López Obrador, personalmente en sus mañaneras y, su gente, en otros medios, han manifestado que los partidos de oposición van coaligados, porque buscan volver al pasado para llevar a cabo las viejas prácticas de la corrupción.
No podemos olvidar y, eso, parece que si lo olvida el partido que gobierna: que ellos llegaron al poder coaligados con otros dos partidos. Práctica que, en México, se ha llevado a cabo desde hace muchos años, pues las leyes, así lo permiten. ¿A qué le tiene miedo Morena?, si por otra parte, ellos tienen todo el aparato del poder a su favor, pero además, el presidente tiene a su disposición la gran tribuna nacional, que todas las mañanas aprovecha para hacer campaña política en favor de su causa, sin que haya oposición alguna que se lo impida, ni de partidos políticos opositores, ni de las fuerzas vivas, ni de los medios de comunicación, mucho menos de los organismos que deberían regular las elecciones y que todo indica, están cooptados por el poder.
Nuestro presidente, crítica, descalifica y califica, -cual candidato en campaña- a tres partidos que antaño eran acérrimos enemigos políticos y que hoy, se unen para competirle a su partido, en 177 escaños y en 11 gubernaturas, que irán coaligados, pero que una vez pasadas las elecciones seguirán actuando en forma individual cada uno con su propia estructura. En Morena, además de estar coaligados con otros dos partidos; también van coaligados, unidos y fusionados, en su mayoría por personajes que en el pasado tuvieron gran relevancia cuando pertenecieron a los tres partidos que hoy AMLO tanto crítica y a los que llama: “la mafia del poder”.
En conclusión: para que tanto brinco pues, ni los hoy partidos de oposición, ni los que están en el poder, pueden presumir de que no hayan utilizado todas las artimañas que las leyes y “la democracia”, les permite. Somos nosotros los ciudadanos los que, al votar, debemos hacerlo con conciencia y razonando muy bien, las diferentes alternativas que se nos presentan, porque una vez emitido el voto, también seremos responsables del futuro de nuestro País.