“Lo que ahora queremos es buscar una alternativa de solución,

para que no se perjudique a los niños ni a este mecanismo de atención a los mismos’’.

Senador Ricardo Monreal

 

 

Esta semana explotó una trastabilla más de la política del “me canso ganso”: quitarle los recursos del subsidio federal a las estancias de cuidado infantil. El problema que resuelve la administración en el poder es claro: los niños no votan, sus mamás sí.

La ahora Secretaría de Bienestar, es la falange de impulso para la maquinaria electoral que sostendrá a la cuarta transformación en el poder. Su labor hasta ahora ha sido revisar y reordenar las estrategias de atención a la población en condiciones vulnerables.

Su verdadera finalidad no consiste en ayudar a quienes más lo necesitan, más bien concentran sus esfuerzos en integrar padrones electorales que les aseguren que a la cuarta le siga la quinta. Si lo hacen bien, quizás puedan aspirar a llegar a la “sexta transformación”.

Revisemos los antecedentes, el programa de estancias infantiles, el cual atiende a más de 400mil niños menores de 4 años en el país, tuvo en 2018 un presupuesto de 4 mil 70 millones 260 mil pesos. En el actual presupuesto 2019, pasó a 2 mil 41 millones 620 mil pesos, recibiendo una disminución de casi el cincuenta por ciento.

El día 6 de febrero la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel confirmó que se retiraría el subsidio federal a las estancias infantiles, a cambio, prometió entregar mil 600 pesos bimestrales a las madres jefas de familia, para que fuesen ellas quienes decidiesen dónde dejar a sus hijos.

Horas más tarde, el Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, declaró que “con eso se puede ayudar a la abuela que va a cuidar, quizá mejor a los niños que las propias estancias infantiles.” (El Heraldo; 2019). La declaración, hizo estallar la burla pública a través de “memes” aludiendo que él mismo y otros funcionarios del gobierno federal, debiesen mejor dedicarse a cuidar a los propios nietos, en lugar de tomar decisiones que afectan a las abuelas y a las madres de familia, de quienes desconocemos las circunstancias particulares.

El asunto de fondo es que se disminuyó el subsidio de mil 900 pesos bimestrales a mil 600 pesos y además ya no se considerará a niños de 3 años 11 meses, pues se redujo la edad hasta solo los 2 años 11 meses.

Lo grave es que mientras en el centro del país resuelven la dinámica de cómo operará el pago directo del subsidio, cientos de miles de madres deberán resolver a la brevedad, cómo hacer frente al pago completo de la estancia para sus hijos, pagar comida, recibos y demás necesidades.

Suponemos que de algún lado deben salir los anunciados 3 millones 857 mil pesos en apoyos a personas vinculadas con el robo de combustible, mejor conocidos como ”huachicoleros”. Solo así nos explicamos acciones como el retiro del subsidio a los niños menores de cuatro años.

Senadores de MORENA han salido en en defensa de la decisión, señalando “casos de corrupción” como el hecho de que “algunos particulares (que están) relacionados con el PRI y con el PAN poseen hasta 10 estancias” (El Sol de México, 2019).

Otros senadores más hábiles en el juego electoral como Ricardo Monreal y Cruz Pérez Cuellar han sostenido reuniones con organizaciones de la sociedad civil y madres de familia, quienes sostienen que se está afectando los derechos de los infantes y la economía de los hogares mexicanos.

Confiemos en que se logre sensibilizar a las personas encargadas del error cometido, aunque su fuerte no es cambiar de rumbo, mucho menos escuchar a las voces que no piensan igual que ellos. En su visión de país solo pueden entendernos como “futuros votantes” y no como “actuales ciudadanos”.

Aún no termina la emoción por las recientes elecciones, cuando ya se está pensando en las siguientes. Así es, en México la gestión sana del gobierno puede esperar, pero la lucha electoral no, esa no perdona. El actual gobierno federal lo sabe muy bien.

En 2021 se eligen 13 gubernaturas y nuevos diputados federales, por lo que la Secretaría de Bienestar concentrará sus fuerzas y levantamiento de un buen padrón electoral en estados como Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Querétaro, Sinaloa y Baja California Sur; esperan con ansías, pintar de guinda todo el país.

Las ocurrencias han sido varias en estos primeros 60 días del nuevo gobierno federal, pero de lo que no hay duda, es que MORENA sigue buscando asegurar votos y esta vez, con los recursos del gobierno. Es una pena que deban hacer exactamente lo mismo que durante años habían estado criticando.

 

Carlos Iván González Ibarra

Periodista e Historiador

 

 

 

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