El Juglar de la Red
Por Rafael Cano Franco
Los datos reales del empleo
Uno de los efectos más críticos del Covid-19 será en la economía de las empresas, las estimaciones optimistas indican que 4 millones de mexicanos podrían perder su empleo y las más pesimistas extienden esa cifra hasta los 10 millones de personas desempleados por efectos colaterales de la pandemia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el domingo que como parte de la reactivación económica de México se van a crear 2 millones de empleos y estableció como fecha para lograr esa meta el 1 de diciembre del 2020.
La promoción económica, que luego repercute en la generación de empleos por parte de la Iniciativa Privada, es una seria falla del gobierno de López Obrador, al grado que el 2019 fue el año de menor generación de nuevos puestos de trabajo formales en una década.
Para maquillar el desastre, el gobierno federal ordenó que los jóvenes beneficiarios de los programas sociales fueran inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y hacerlos pasar como si fueran nuevos empleos.
A pesar de eso, el año pasado, según datos del IMSS, solamente se crearon en México 342 mil 77 nuevas plazas de trabajo entre enero y diciembre, esa cifra es casi la mitad de los empleados generados el 2018, cuando gobernaban los neoliberales.
El último año del gobierno de Enrique Peña Nieto fueron creados 660 mil 910 empleos formales; pero fue el 2017 cuando se logró alcanzar la meta de 800 mil plazas, una meta que no se había alcanzado en otros momentos.
Desde el 2009, año de crisis económica para México, cuando la generación de trabajo solamente llegó a los 171 mil 713 empleos, no se había tenido un año más malo como el 2019.
Fue tan malo el año pasado en materia de crecimiento económico que hasta el Banco de México (Banxico) pronosticó un repunte de entre 500 mil a 600 mil empleos, pero esto fue antes de conocer la crisis económica generada por Covid-19.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, como parte de su plan de recuperación económica, anunció la creación de 2 millones de empleos el 2020; hace su predicción en el peor año de la economía, con una fuerte caída en la confianza de los inversionistas en el gobierno, con una pérdida estimada del Producto Interno Bruto que oscilará entre el 5 y 10 por ciento y sin crecimiento en la economía.
Para cumplir la meta es menester generar diariamente 7 mil 400 empleos y esa es una meta difícil de cumplir, particularmente cuando hay un paro laboral que según algunos vaticinios se va a extender hasta mayo, aunque hay pronósticos más desalentadores que indican puede alargarse hasta julio, incluso septiembre.
Ahora bien, no es secreto que el gobierno de la 4T presenta serias fallas en su programa económico; no solamente no hay crecimiento económico, también hay hostigamiento fiscal a las empresas y ahora con el problema de la pandemia encima, las empresas deben cerrar y se les obliga a pagar salarios íntegros a sus empleados lo cual va a llevar a muchas a la quiebra.
Sin embargo, el presidente asegura a grito abierto 2 millones de empleos para diciembre del 2020, una meta jamás lograda y a la que ni de cerca hemos estado.
De acuerdo a los números proyectados por el presidente López Obrador con la construcción del Tren Maya, Dos Bocas y el nuevo aeropuerto de Santa Lucía los empleos que se van a generar serán del orden de las 120 mil plazas de trabajo; a ello se suma una inversión de 25 mil millones de pesos en 50 ciudades donde se realizarán programas de mejoramiento de vivienda y drenaje con una proyección de 200 mil plazas.
Esos 320 mil empleos son las proyecciones estimadas e informadas por el propio López Obrador, muchos de ellos eventuales y financiados a través del erario público; para alcanzar la meta proyectada hacen falta un millón 700 mil nuevas plazas y esas no hay forma que se puedan lograr bajo las condiciones económicas actuales.
Está cantado desde ya que, para lograr esa meta de 2 millones de nuevos empleos, todos los beneficiarios de los programas sociales serán inscritos en el IMSS y se les hará pasar como si fueran nuevas fuentes de trabajo.
Es decir, todo será una mentira más.