Leyes con Perspectiva Familiar
Por José Eduardo Limón Camacho.
Analista
El tema y la preocupación de los promotores de la ideología de género, siempre es el mismo: implementar sus postulados como una doctrina absoluta y esclavizadora, que no puede, ni debe ser contradicha por nadie. Bajo eufemismos bastante conocidos, pretenden esconder el objetivo real de su agenda: destruir los valores familiares y suplantar su núcleo con relaciones unipersonales, en las que una pseudo-libertad individual se imponga, incluso, a la naturaleza misma.
El pasado 3 de diciembre, en la Cámara de Diputados, se aprobó la iniciativa para reformar la Ley General de Población; en apariencia una ley técnica, que busca promover políticas públicas relacionadas con la movilidad poblacional, migración, demografía, fecundidad, mortalidad, cambios en la edad poblacional y la reconfiguración de las relaciones familiares.
En la exposición de motivos, se hace hincapié en la necesidad de eliminar las barreras legislativas, que se encuentran en los distintos congresos locales, respecto a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, específicamente con el tema del aborto. Así mismo, busca promover un modelo educativo en el que el eje rector sea:
1) La ideología de género;
2) La distribución y uso de métodos anticonceptivos en adolescentes; y
3) El acceso de las niñas al aborto por disposición del Estado.
Muchos intentos, han tenido los promotores de la cultura de la muerte y siempre se han enfrentado a la inmensa oposición de los Padres de Familia y de las mismas Mujeres; conociendo esa barrera incólume, los legisladores de MORENA han preferido, con dolo y traición, ocultar en una Ley General de Población, sus intenciones de implantar como base la, de las políticas demográficas, el libre acceso al aborto y a una educación basada en la ideología de género.
En contraposición, con esta iniciativa demoledora para las familias mexicanas, en el Congreso de Querétaro, la Diputada Local Elsa Adané Méndez Álvarez, impulsó una reforma a la Ley de Planeación del Estado de Querétaro, en la que se incluye una visión de perspectiva familiar en la elaboración de políticas públicas; esto quiere decir, que todas las acciones realizadas por el poder ejecutivo, legislativo y judicial, deberán partir de la protección de la vida familiar.
Con esto Querétaro, hace historia y se convierte en el primer Estado en toda Latinoamérica, en establecer una ley en la que el eje rector de la planeación social sea la familia.
‘‘La introducción del término perspectiva de familia, en la Ley de Planeación tiene como propósito reconocer a la familia, como una institución de utilidad pública que el gobierno, además de la sociedad, debe promover en todas sus actividades. Esta institución es de utilidad pública, ya que en primer lugar, garantiza la continuidad de la sociedad; en segundo lugar, transmite valores y conocimientos necesarios para la integración social de niñas, niños y adolescentes; en tercer lugar, otorga cuidados y seguridades a los miembros que así lo requieren, promoviendo el valor de la solidaridad, y, en cuarto lugar, permite el ejercicio corresponsable de la paternidad y maternidad, generando así el primer espacio de igualdad entre mujeres y hombres’’.
Estas palabras, que se encuentran plasmadas en la iniciativa de la Diputada Elsa Méndez, son el resultado de un conocimiento real, sobre la profunda crisis social por la que atravesamos desde hace varias décadas; establecer leyes que protejan y garanticen, el desarrollo de los individuos en el núcleo familiar, es el paso más exitoso y certero, que cualquier gobierno puede dar para mejorar las condiciones de vida de la sociedad.
En resumen, las reformas que necesita nuestro país, son aquellas que fortalezcan la vida familiar, que protejan la vida del niño por nacer y de su madre, que promuevan un modelo educativo científico y con respeto absoluto de las creencias y enseñanzas de los padres de familia.
Debemos tener muy claro, que las políticas públicas abortivas y anticientíficas, nunca resolverán la crisis social, nunca erradicaran la violencia contra la mujer, tampoco sacaran a las familias mexicanas de la pobreza, ni crearan una sociedad con mayor equidad; sólo favorecerán la ruina de las familias mexicanas y por consecuencia lógica, la ruina del país, y lo único que puede enfrentar esa decadencia, es una visión política con perspectiva familiar.