Las lecciones tras la elección
Por Ethan Tejón Herrera.
Analista
En primer lugar, tras la elección del pasado domingo 5 de junio; los mexicanos podemos observar un panorama político inclinado en favor al oficialismo (Morena y aliados).
Mientras que la oposición se aferra a conservar feudos como Durango o Aguascalientes, mientras pierde bastiones importantes como Hidalgo (PRI).
El oficialismo no consiguió su deseado ‘seis de seis’, pero obtuvo cuatro de seis gubernaturas disputadas.
Lo que nos demuestra la creciente polarización política, así como la fortaleza de las bases y las maquinarias electorales locales como se ejemplificó en los enclaves de Durango y Aguascalientes, donde Esteban Villegas y Teresa Jiménez gobernarán tales estados respectivamente.
En los casos de Villegas y Jiménez, ambos fueron alcaldes de las dos principales ciudades de sus entidades, al igual que en el caso de Mara Lezama en Quintana Roo; cuando fue alcaldesa en dos ocasiones de la municipalidad de Benito Juárez.
La totalidad de los seis próximos gobernadores de las entidades de Tamaulipas, Durango, Aguascalientes, Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca superaron el 50 por ciento de los votos, una muestra de la división política en los electores.
Además el pasado domingo pudimos observar cómo los presidentes de los partidos políticos celebraban sus victorias (e incluso derrotas) en un ánimo electorero que pavimentara las elecciones decisivas del 2023 y del 2024.
Las elecciones del próximo año en el Estado de México y Coahuila; los últimos bastiones del núcleo duro del PRI, serán determinantes para observar y estimar los resultados de la contienda electoral de 2024.
Mientras tanto la oposición se reagrupa y se prepara para los comicios del próximo año, también se encuentra divida y preocupada ante la falta de un candidato que logre captar la atención del electorado.
El tiempo se agota. Y es muy probable que el candidato de la coalición sea un ‘outsider’ o un candidato no partidista, ante el descrédito de los partidos políticos tradicionales.
La experiencia colombiana podría ser una idea atractiva para la coalición, en donde un candidato empresarial sin partido parece despertar simpatías de la población, mientras quién solía ser el puntero en la elección presidencial; el Senador Gustavo Petro ha quedado a un margen menor que el de su contrincante Rodolfo Hernández.
La búsqueda de un político no convencional, al igual que lo fue López Obrador en su momento; podría ser lo que la oposición busca para resultar competitiva ante un partido en expansión y que corre el riesgo de desestabilizar a las demás opciones políticas, así como a los contrapesos democráticos (el INE como su ejemplo más notable).
Al día de hoy, el oficialismo ya gobierna veinte entidades y dos más con entidades gobernadas por institutos políticos afines (Verde y PES) en SLP y Morelos respectivamente.
La oposición no logró retener sus bastiones en su totalidad; pero dio una batalla de dimensiones electorales que servirá de análisis para los comicios del próximo año.
Mientras tanto MC no logró ninguna victoria decisiva en esta contienda, pero continúa apareciendo en el escenario político.
La decisión de su líder, Dante Delgado de no participar en elecciones junto con los demás partidos tradicionales (PRI, PAN, PRD) podría dar un giro en la carrera de 2024.
Con MC a su lado, la oposición tendría más probabilidades de captar electores y resultar una opción competitiva frente al candidato que el oficialismo disponga.
La lección de esta contienda electoral fue que ni el oficialismo salió totalmente victorioso como solía afirmar su líder nacional; como tampoco la oposición salió bien librada. Hay más dudas que respuestas, mientras que el ambiente político y electoral se divide y se inclina en favor o en contra de una u otra narrativa, visión política e ideología; más marcadamente que antes.