Las alianzas partidistas

Por José Eduardo Limón Camacho.

Analista

Ya se especulaba que existiría un pacto nacional en el que los partitos políticos de oposición se unirían en contra de MORENA, para derrocarlo del poder e impedir que siga destruyendo al país y dividiendo a los mexicanos. En días pasados, terminaron las especulaciones y se sentaron a la mesa los dirigentes del PRI, PAN y PRD para acordar en compañía de la asociación Sí Por México, una alianza que sea lo más amplia posible para garantizar que MALO y su pandilla no continúen con su dictadura.

¿Qué pensar de todo esto? Hay quienes han visto con buenos ojos un acuerdo electoral que no divida el voto y que concentre a la ciudanía en una sola opción anti-AMLO. Sin embargo, no todas las alianzas son buenas y si bien es cierto que la administración de MORENA, sólo nos ha traído un pésimo gobierno, también es cierto que debemos aspirar a una situación en la que el monopolio partidista disminuya y se abra paso a la ciudadanía.

Se han reunido el PAN, PRI y PRD, para pactar curules, para garantizar que entre ellos mismos no se quiten más poder del que ya les quitó MORENA. Hicieron por un momento a un lado sus grandes distinciones y como amos y señores de las opciones políticas de los ciudadanos se traicionaron así mismos. Y por su historia y convicción, quien más tuvo que olvidarse de su origen fue Acción Nacional.

Para empezar el PAN y el PRD, difieren totalmente en su postura doctrinal; el PRD apoya el aborto y los matrimonios igualitarios, además está suscrito al Foro de Sao Paulo, que es la asociación de partidos comunistas en Latinoamérica a la cual también está inscrito MORENA.

Por su parte el PAN, mantiene una posición que defiende la vida y la familia y no comparte en lo absoluto las posturas socialistas del PRD. Además, nació para combatir el absolutismo del PRI y su doctrina e ideales se construyeron con el objetivo de ser una fuerza política distinta; su unión en la alianza es como unir agua y aceite.

Ahora bien, el PRI que representa históricamente a la corrupción y el sabotaje nacional, también está en esta alianza y pretende unir fuerzas para combatir la corrupción y la desigualdad social. Pero el legado de Peña y los gobernadores corruptos, no es la mejor carta de presentación en esta alianza.

Este pacto que han acordado los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD, lejos de mostrar una unidad ante un enemigo común, evidencia el profundo daño que ha causado la partidocracia en nuestro país. Justamente fue el PRIAN el que orilló a la ciudadanía a emitir su voto en favor de AMLO en las pasadas elecciones.

Sin dudarlo, estamos bastante mal y es evidente el fracaso del actual gobierno que no ha podido resolver ninguno de los problemas que tanto juró combatir. De inicio está el tema de la corrupción, que durante doce años señaló como la peste de nuestro sistema y que ahora enriquece a sus colaboradores más cercanos.

A todos los mexicanos, nos ha consternado la desaparición de los 109 Fideicomisos, nos tiene indignados el abandono médico de este gobierno para con los niños con cáncer, a ningún mexicano se le olvida el famoso culiacanazo, estamos molestos por el recorte presupuestal, que se hace a los Estados para dirigir el dinero en obras faraónicas y absurdas; en definitiva, no estamos de acuerdo con este mal gobierno.

Pero una alianza partidista por encima de la ciudadanía, ¿a quién va a beneficiar?; ¿El extinto PRD en qué aporta a la alianza?; ¿En qué momento el PRI dejó de ser corrupto?; ¿Por qué el PAN traiciona su esencia y sus orígenes?

La unidad debe buscarse con la ciudadanía, que está cansada de ver pasar los gobiernos y no ver soluciones firmes a sus problemas; debe buscarse con los familiares de las víctimas de violencia, con el personal médico que se ha visto abandonado por el gobierno federal, la alianza debe de ser con los empresarios y trabajadores, con los profesionistas, estudiantes, deportistas y agricultores.

No se puede pretender construir un cambio a partir de las cúpulas partidistas, no se puede excluir del debate a quienes más han sufrido y han sido perseguidos por la 4T. El país que queremos y necesitamos, debe disminuir la acción partidista y abrir paso a la ciudadanía responsable y que en la actualidad es más oposición que los mismos partidos políticos.

¡Vaya 2021!

¿Qué nos espera?

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