El Juglar de la Red

La guerra sucia contra Maru Campos

Por Rafael Cano Franco.

Conocí a Maru Campos cuando era directora de un área en Comisión Federal de Electricidad, durante el sexenio de Felipe Calderón; era una joven política de Chihuahua con una marcada vocación de servicio y con una imagen impecable en su desempeño como funcionaria pública.

En dos o tres ocasiones volví a saludarla, ya como Presidente Municipal de Chihuahua, pero no espero que ella se acuerde de mí; siempre la vi en eventos públicos del Foro de Periodistas de Chihuahua y en todo momento los colegas me hablaron muy bien de ella.

No soy cercano a Maru Campos, ni me une ningún tipo de lazo a su persona, tampoco tengo intereses personales que puedan afectar lo que ahora escribo.

Maru Campos ganó a pulso la candidatura al gobierno de Chihuahua, la postulan el PAN y el PRD; pero su triunfo se logró a pesar de la fiera oposición del gobernador Javier Corral, curiosamente de su mismo partido, quien tenía interés en que la candidatura fuera para otra persona.

Aun así, Maru Campos le ganó y con notable ventaja.

Más como todo gobernante soberbio, Javier Corral está determinado en “dinamitar” la candidatura de Maru Campos y para ello la acusó de estar en una lista de beneficiarios del ex gobernador César Duarte.

El gobernador Corral, quiere conseguir a la mala lo que no pudo lograr a la buena.

Pero lo que se ha visto en los tribunales, es una persecución y un ataque permanente al prestigio como funcionaria pública que ha construido Maru Campos, no obstante, ella respondió con claridad y mucha dignidad.

En estos escarceos judiciales, la defensa de Maru Campos acreditó la no autenticidad de los supuestos recibos donde ella recibía dinero del gobierno anterior; instancias como la Fiscalía de Chihuahua, usadas para fines de venganza política, han sido reconvenidos por el juez que lleva el proceso al intentar que la defensa no presente pruebas.

El caso que promueve el gobernador Corral, también se debilitó desde el momento en que ella y sus abogados demostraron que no aprobó la deuda de César Duarte; pero lo más sintomático de que el caso es totalmente armado es que los testigos de la Fiscalía –testigos protegidos, por cierto– no se han presentado a declarar al señalar que “están enfermos” y un tercero simplemente no fue localizado para informarle de la necesidad de su comparecencia.

Las patrañas de Javier Corral, no han causado mella en Maru Campos; tiene una ventaja de 20 puntos sobre el candidato de Morena; también ha recibido el respaldo de la dirigencia nacional del PAN y del PRD, de importantes liderazgos como Margarita Zavala y otros personajes que la respaldan.

Sin embargo, la inquina que contra ella tiene Javier Corral no pasó desapercibida por Morena y como si fueran aliados del gobernador panista, las huestes de la 4T aprovechan las audiencias a las que ella debe comparecer para organizar protestas en su contra, pero con la condición de que los protestantes no lleven nada que los identifique con Morena.

Pareciera que Javier Corral, pactó una transición con Morena y con ello busca impunidad.

El orgullo de Javier Corral está profundamente lastimado, no puede aceptar que los panistas prefirieron a Maru Campos antes que a su proyecto; pero lo más grave para él, es que esta derrota solamente exhibe que es un político de pocas luces.

Alguien así no puede ser el candidato del PAN a la presidencia de la República, uno de los anhelos que Javier Corral mantiene, pero que difícilmente podrá concretar toda vez que su proceder no solamente lastima al panismo de Chihuahua, también es una abierta rebeldía a una decisión democrática que tomó el PAN.

Como dicen los rancheros “veneno que no mata fortalece” y María Eugenia Campos Galván se sacude el lodo que le lanza el Gobernador Javier Corral y camina con la frente en alto, no tiene tiempo para detenerse en calumnias y deja a sus abogados que atiendan su defensa, ella va en busca de los votos que le permitan gobernar Chihuahua.

Tiene claro aquello que dijo Salvador Díaz Mirón en su poema “A Gloria”:

“Los claros timbres de que estoy ufano

han de salir de la calumnia ilesos.

Hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan…¡¡Mi plumaje es de esos!!”.

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