La Cuarta “T” pretende desaparecer organismos autónomos
Por: Oscar J. Amaya Ibarra.
Analista
Aunque es un tema que se ha venido acariciando desde el inicio de este sexenio, en los días recientes el presidente López Obrador, lo ha hecho más visible y con claras amenazas de desaparecer organismos autónomos como: el IFETEL, el INAI, la COFECE Etc. A los que considera caros, ineficientes y al servicio de regímenes neoliberales. Apelando a esa austeridad que es parte de su discurso, que dice más o menos así: la desaparición de estos organismos, nos traería muchos ahorros que pueden servir para ocuparlos en rubros más prioritarios. También ofrece que las funciones de esos organismos, serían suplidas por algunas secretarias, como es el caso de la Función Pública. Su retórica, tiene gran aceptación entre sus seguidores, toda vez que cuando les hablan de siglas de estos organismos, que no les dicen nada y que, por lo tanto, no saben o conocen de su utilidad para el país, pero, además, tampoco les interesa, razón por cual para ellos es igual que no existan y por lo mismo, alegremente aplauden la decisión del presidente.
Los organismos autónomos, constitucionalmente fueron creados para cumplir funciones que sirvieran de contrapeso a los poderes, intentando erradicar del gobierno la corrupción, el influyentísimo, los fraudes electorales y las arbitrariedades que se cometían al amparo de ese poder. Desmantelar un sistema que vigila las acciones del gobierno, con “justificantes” tan endebles como: “Nosotros nos somos iguales a los anteriores o, con eso vamos a lograr grandes ahorros”, son argumentos tan falsos como pensar que la corrupción y la inseguridad se van a terminar utilizando “una varita mágica”.
Grandes hombres dieron todo, algunos hasta la vida, en su lucha por lograr tener un México libre y democrático. Hoy contamos con instituciones autónomas, que vigilan las acciones del gobierno y que han sido el resultado de grandes esfuerzos y de una férrea lucha de hombres como: Manuel Clouthier, Cuauhtémoc Cárdenas, Don Luis H. Álvarez, el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador y muchos otros que, en las últimas cuatro décadas, estuvieron luchando junto con organizaciones civiles, universidades, intelectuales y políticos de todas las ideologías.
Estamos en la víspera, de que el gobierno tome una decisión que eche por la borda los esfuerzos de muchas décadas. Desaparecer los órganos autónomos, que tanto ha costado tenerlos, representará una enorme pérdida de un capital que, forma parte del México actual, de ese México que, aunque su democracia es débil, todavía, durante este siglo ha permitido la alternancia en el poder. Pero, hacerlo con el argumento, de que nos ahorraremos dos o tres mil millones de pesos al año, resulta risible, si hablamos de cantidades menores a lo que Pemex pierde cada dos días, según información del mismo gobierno.
Lo más grave de este asunto, es que de lograr López Obrador, que desaparezcan el IFETEL, el INAI o la COFECE, esto sería como un ensayo que, de permitirse, después iría tras el INE o el Banco de México. Los pleitos entre el INE y el presidente, son claramente pretextos de Palacio Nacional para ir tras ellos, cuando los acusa de censurarle las mañaneras, en la próxima etapa de campañas políticas para las elecciones de junio.
Dice el presidente: “Quieren apoyar a la alianza opositora para que ganen la mayoría y quitarles a los adultos mayores su pensión”. Que grave resulta pues, que el presidente quiera desaparecer o cuando menos cambiar a sus integrantes, en un organismo que es el garante de que las elecciones se lleven a cabo en un marco de legalidad. Aduciendo mentiras, que sus seguidores, obviamente cegados por su lealtad, se lo creen, cuando la Constitución en su artículo 41, apartado C y las leyes electorales -reformas que se llevaron a cabo en el pasado donde el mismo presidente actual, participó activamente- prohíben de manera tajante, que en época de elecciones se haga proselitismo utilizando los tiempos y recursos del estado, y sobre todo, cuando se utiliza la mayor tribuna, que es Palacio Nacional, para llevar agua al molino de su partido.