Juárez, sana sus heridas tras la violencia
Por Ethan Tejón Herrera.
Analista
En el transcurso de las últimas semanas, el tema de los ataques violentos protagonizados por el crimen organizado en distintos puntos de la República, han protagonizado columnas periodísticas y extensos reportajes en distintos medios de comunicación.
En la frontera, los hechos del “jueves negro” se resienten en la sociedad pero no en las calles de una urbe industrializada.
Miles de juarenses retomaron su vida y decidieron dejar el miedo atrás, ya sea para brindar sustento a sus hogares o para continuar realizando sus tareas y obligaciones habituales.
Automovilistas hacen fila afuera de la pizzería ubicada en la zona de Pradera Dorada, donde comensales resultaron heridos de bala y a escasos metros cuatro trabajadores de una radioemisora fueron masacrados a sangre fría.
En las escuelas y en universidades como la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, el tema de aquel “jueves negro” se convirtió en un tema de conversación dentro de las aulas de estudio, y en un objeto de análisis para los alumnos.
En los comercios y los negocios locales, la vida ha vuelto a la normalidad; incluso el Municipio de Juárez se prepara para realizar conmemoraciones festivas en torno a la figura el extinto cantautor Juan Gabriel.
Además, se anunció la plataforma “Juárez Vigilante” en la zona del famoso parque Chamizal en presencia de cientos de uniformados de los cuerpos del orden.
Poco a poco los juarenses recobran la paz y la tranquilidad perturbadas.
Este lamentable suceso, aún pesa en la memoria pública y repercute en la ya de por sí lastimada imagen de nuestra ciudad.
En una ocasión, durante una visita por la capital chihuahuense recuerdo que los conductores de aplicaciones móviles se inquietaban cuando les comentaba que venía de esta frontera. Me realizaban preguntas sobre el clima de inseguridad y el panorama local.
Uno de ellos me comentaba que se había quedado en esta frontera durante una ocasión, pero fue hace décadas y se había quedado con una imagen de la ciudad deteriorada.
Imagen de la cual cientos de miles de personas alrededor del mundo se llevaron una primera impresión, principalmente durante los inicios de la guerra contra el narcotráfico iniciada a finales de 2006.
Aquella imagen de Ciudad Juárez, los juarenses sabemos que no es la verdadera cara de nuestra ciudad.
En esta frontera, hay historias de oportunidades, trabajo, superación, gentileza, honestidad y sobre todo resiliencia; no solo de dolor y tragedia. Nuestra ciudad es más que la mancha de la tragedia y de la noción de “ciudad violenta” que la cubre.