Felicidades a los Telegrafistas de México
Por Oscar J. Amaya Ibarra.
Analista
El 14 de febrero, como todos sabemos se celebra el día del amor y la amistad, pero poca gente sabe, que este día también se celebra a los telegrafistas de México. Los jóvenes y, con mayor razón los llamados millennials, se preguntarán: ¿quiénes fueron los telegrafistas? Iniciaremos por contarles que es, o que fue el telégrafo: el telégrafo, fue un medio de comunicación tan importante que es nada más y nada menos el antecedente del internet, es algo así como el tatarabuelo del Twitter, del WhatsApp, del Telegram, etc. El telégrafo, es un aparato o dispositivo que empleaba señales eléctricas para la transmisión de mensajes de texto codificados, utilizando el código Morse, llamado así en honor a su inventor Samuel Morse en el año de 1836, antes de que se inventara el teléfono.
Los telegrafistas, fueron aquellas personas que, mediante un entrenamiento constante y formal, aprendieron la clave Morse, que fue una maravillosa herramienta de comunicación llamada telégrafo. Desde el siglo XIX, los telegrafistas podían enviarse mensajes de una ciudad a otra y los mismos se recibían en el momento, esos mensajes llamados telegramas podían ser de carácter interno o bien comerciales, es decir, la población en general utilizaba el medio para comunicarse con familiares y amigos o bien, para efectuar alguna transacción comercial entre ciudades y pueblos, entre muchas otras aplicaciones.
El telégrafo, fue un invento anterior al teléfono y de hecho es el parteaguas de las telecomunicaciones, pues dio pie al invento del teléfono. La primera línea telegráfica que se puso en servicio en Estados Unidos de Norteamérica en el año de 1844, fue entre la ciudad de Washington y Baltfim Oregón. A México el telégrafo llegó hasta el año de 1851 y fue decretado como parte de la Nación en 1867, siendo presidente Don Benito Juárez, pero fue hasta la presidencia de Don Porfirio Díaz, que el telégrafo tuvo su mayor desarrollo y crecimiento.
En nuestro País, el telégrafo se utilizó de dos formas: por una parte, estaba el servicio de Telégrafos Nacionales (Telecomm-Telégrafos) y por la otra el telégrafo, que sirvió a los ferrocarriles, principalmente para el despacho y la seguridad de los trenes y cuyas líneas cubrieron todas las rutas por donde pasaba la infraestructura ferroviaria. Cuenta la historia, que Don Porfirio Díaz, utilizó el telégrafo de los ferrocarriles, porque llegaba hasta los poblados más apartados de la geografía mexicana y, a través de él, permanecía comunicado con todo el País y mantenía así el control del poder.
Pero, fue también el telégrafo, un arma en su contra, cuando el movimiento revolucionario recorría el País, lo utilizó como parte importante de su logística para organizar sus batallas y desplazamientos con mayor facilidad, lo que a la postre terminó con el derrocamiento de Díaz. Muchos procesos políticos, mercantiles, sociales y de otra índole que hoy podemos conocer a través de la historia, fueron escritos gracias a los documentos que se conservan de la época en que el telégrafo fue determinante para el desarrollo del País. Es por eso que mediante el decreto número 741 del 7 de mayo de 1942, el presidente Ávila Camacho, estableció que el 14 de febrero de cada año, se conmemora el Día del Telegrafista. Vaya pues, una sincera felicitación a los telegrafistas de México, a esos hombres y mujeres que manejaron la clave Morse y que por lo mismo fueron unos privilegiados en su tiempo, pues no solo tuvieron la oportunidad de comunicarse entre ellos, como hoy lo hacemos miles de millones en el mundo a través del internet, sino que además, fueron el conducto para que millones de mexicanos que, todavía en la segunda mitad del siglo XX, por vivir en lugares apartados donde no había teléfono, pudieran recibir mensajes a través del telégrafo, en el mismo momento en que se estaban transmitiendo.