El respeto a la vida

Por Gilberto Miranda Chávez.

Analista

De acuerdo con el documento emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación: “¿Qué ha dicho la Corte sobre el aborto y los derechos humanos?”, publicado en su página de internet scjn.gob.mx se han realizado diversas acciones a favor del aborto, en defensa de los derechos, la dignidad y la libertad de las mujeres.

En el 2008 declaró constitucional, despenalizar el aborto hasta la semana 12 de gestación, en el entonces Distrito Federal (Acción de Inconstitucionalidad 146/2007 y 147/2007). En el 2018 resolvió́ que las instituciones de salud deben contar con políticas de salubridad para atender, sin dilación alguna, casos urgentes de interrupción legal del embarazo, en caso de violación (Amparo en Revisión 1170/2017).

En el 2019, concedió el amparo a una mujer que reclamó la negativa de diversas autoridades de una institución pública de salud en la CDMX, a realizar la interrupción de su embarazo por razones médicas (Amparo en Revisión 1388/2015). El ministro presidente Arturo Zaldívar, ha declarado: “La discusión sobre el aborto no puede verse como un debate entre quienes están a favor de la vida o en contra de ella; estar a favor de la vida es respetar la dignidad y la libertad de las mujeres”.

En contraste con las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desde hace décadas, la ciencia ha llegado a un consenso y no existe un solo médico que sostenga que la vida comienza en la semana 12 de gestación, ni siquiera existe tal situación como la interrupción legal y voluntaria del embarazo. La vida comienza al momento de la concepción, dice la ciencia.

“El desarrollo humano comienza después de la unión de gametos masculinos y femeninos o células germinales durante un proceso conocido como fertilización (concepción). La fertilización es una secuencia de eventos, que comienza con el contacto de un espermatozoide con un óvulo y termina con la fusión, y la mezcla de sus cromosomas para formar una nueva célula”, Moore, Keith L. Essentials of Human Embryology. Toronto: B.C. Decker Inc, 1988, p.2.

El debate del aborto, no es una cuestión de derechos de la mujer, es una cuestión de derechos, punto. Los derechos no se juzgan por el género, se juzgan por si son cumplidos o incumplidos. Y cuando el derecho de un ser socava el derecho de otro ser, tal situación, constituye una agresión. Y no existe agresión que no deba ser penalizada acorde con la ley. Precisamente, por no penalizar las agresiones en una primera instancia como en un caso de violación, es que se llega a una segunda instancia como en un caso de un aborto. Que se diga que estar a favor de la vida es respetar la dignidad y la libertad de las mujeres, es para preguntarse: Y la vida del nuevo ser, ¿Quién la respeta? Negar la vida desde la concepción, además, es anticientífico.

Tampoco existe tal situación como un aborto legal, por el simple hecho de decir que se respeta el derecho de un ser, desconociendo la obligación de no interferir con el derecho de otro nuevo ser, y el desconocimiento de las normas por parte del ser existente no lo exime de su culpa al desconocer al nuevo ser. Pero el colmo es hablar de interrupción, pues la interrupción contempla la posibilidad de continuar posteriormente, y en el caso de un aborto esa posibilidad no se contempla ni es científicamente posible, en tal caso se le debe llamar: finalización de la vida por decisión unilateral.

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