A decir verdad

El legítimo, una película “remake” de la izquierda

Por Rubén Iñiguez.

Analista

“El legítimo” es una producción de la izquierda mexicana, protagonizada por el Diputado Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, con pocos obreros, célebre por sus arrebatos, polémico por sus declaraciones, paupérrimo de contenidos, huérfano por ahora de causa, abundante de enemigos por sus agresiones y hoy en desgracia política por ser el hijo desobediente, que pretendió ser el líder de la cámara de diputados, sin embargo “el dedo de ya saben quién” dijo que el PRI se quedaría con dicha presidencia.

Esta es una versión, revisada o sea un “remake” del “primer legítimo” cinta estrenada en 2006, que en su momento se estrenó a la nación, con Andrés Manuel como estelar, su desplante de autonombrarse el gobernante legítimo, el presidente de verdad, ante la derrota sufrida a manos de Darth Vader Calderón, que en su momento climático le dijo: “Peje yo soy tu padre” una vez que trataba de arrimarlo a las fuerzas oscuras del neoliberalismo. En tanto se retorcía LukePeje Skywalker, que seguiría caminando hasta quitarlo del imperio.

Esta cinta, que tuvo su coronación rodeada de estandartes con la aguilita republicana de la era de Porfirio Díaz, no cosechó los aplausos esperados. Básicamente ni los de casa se dirigían a Andrés Manuel, como “Señor presidente legítimo” a no ser que fuera a pedirle un préstamo de las arcas llenas de “aportaciones” del pueblo bueno y sabio, a su representante que solamente retiraba dinero de Banorte, sin tener que sudar 8 horas, tener que checar tarjeta, y a cambio solamente extendía sus maravillosos discursos, de promesas. “La corrupción voy a barrerla de arriba hacia abajo”.

Lo que en la práctica equivalía a, hay que barrerla desde el pasado, de menos en forma simbólica, conmigo y una escoba dorada, conjurando a las fuerzas conservadoras que persisten en disfrazarse de varias formas. Y a las cuales no hay que hacer enojar, ni con encuestas.

Uno de esos conservadores es hoy Gerardo Fernández Noroña, declarado no grato por el Congreso Soberano del Estado de Nuevo León, No-roña le dijeron, al igual que el equivocado “historiador” Pedro Salmerón, que pese a tener apellido conservador, resultó adulador de los guerrilleros que acribillaron al verdadero prócer indiscutible de Nuevo León, Don Eugenio Garza Sada, padre del Grupo Monterrey, que les dio empleos, empresas, alto nivel de vida, equidad y justicia para gran parte de la población, al contario de los guerrilleros que solamente proporcionaron peligros, acciones criminales, una ideología extraña a la naturaleza de trabajo y progreso de los neoleoneses y atentaron contra un baluarte del bienestar de Nuevo León.

La primera versión de “El Legítimo”, pasó sin pena ni gloria, porque el protagonista desistió del engorro de explicar que él era el bueno, no Darth Vader Calderón. Con sus cuates tomaron Paseo de la Reforma, que recibían su torta, sus 200 pesos, por ver las telenovelas, en tanto llegaba la pachanga nocturna; vaya reventones y bacanales se hacían en honor del legítimo hace algunos años atrás.

Realmente no vemos a los diputados, cuadrándose ante el recién coronado Fernández No-roña, primero porque no les paga. Segundo, es en la democracia, uno igual a los demás en cuanto a ser representantes del pueblo, vía plurinominal (dedazo) o vía elección popular. Finalmente, la Sauri, es más agradable que el cascarrabias amargado de Noroña.

Fernández Noroña esgrimió un argumento de Robin Hood (que lo hará caer más al fondo) “Hay que salvar a la 4T del PRI”, dijo; Pues ha torcido el camino, ya no es pura y excelsa, ya no es la vía del pueblo, ¿ahora está en manos de los conservadores. ¡Hay que salvar a Morena!, dice el del PT.

Esto en cine significa que AMLO se vuelve MALO y Gerardo es bueno. MALO es en realidad un capitalista -si lo es- un títere del imperialismo yanqui – también acertó – ya que hace lo que el presidente Trump le indica.

Claro, AMLO el MALO, alega que es el guardián del depósito del populismo, para empobrecer a todos los mexicanos, y acabar con la empresa privada, el monje con las siete llaves, encarnado en su hablantina persona.

“Gerardo el Bueno”, es célebre por agotar sus capacidades culturales y dialécticas y pretender resolver las diferencias a trompadas, mordidas, araños y mentadas. Tal vez en sus tiempos libres sea ya un experto en artes marciales, ya que no se puede estarle pegando a todos, todo el tiempo.

Lo cierto es que, en lo que llega la oportunidad de encontrarse con AMLO cara a cara, y reclamarle que haya dejado a Dulce María Sauri, con más tablas de política, más cultura, más capacidad de concertación, aunque sea príista de cepa, dirá que fue una decisión equivocada no haberlo ungido como presidente de los diputados.

Sin embargo, en el “cara a cara” con MALO, Fernández No-roña podrá pedir una silla plegable para convencer de las verdades revolucionarias al hoy traidor. Pero el diputado persiga es muy razonable, no va a pelear con un “viejito” y no sería justo tratarlo con esa violencia. Entonces podrá conmoverse y llorar y decirle “Tu eres mi Padre”, y como en los episodios de la Biblia que tanto gusta al Legítimo anterior, se postrará llorando, para que su padre mande traerle – luego de un buen baño, porque olerá a corrupción – eso dice la Biblia, lujosas túnicas y le devolverá el anillo de la 4T: “Combatiré de día y de noche el mal con el poder de mi Linterna Guinda”.

Entonces los hermanos celosos, que están en el seno de la gloria del presupuesto, del Tren Maya y de la refinería Dos Bocas, (que por cierto se les volvió a inundar), enojados reclamarán a AMLO y este aprovechará para regalarles una parábola sobre la recuperación de la oveja descarriada del PT.

Sin embargo, Noroña, tiene un sin fin de detractores que ha cosechado por su paso en la política, y son ellos los que lo tienen exiliado del partido en el poder.

Gerardo iniciará una lucha depuradora contra la revolución en la revolución. Con su nombramiento de legítimo, buscará por los caminos quién se detenga a escucharlo, pero comprobará que ni su verdadero padre, Darth Vader Calderón NO lo quiere en México Libre, porque le podría ahuyentar la “membresía opaca” que le vetó el INE.

Gerardo tampoco será bien recibido en círculos oficiales del villano gobernador Jaime Rodríguez Calderón, Virrey de la Oscuridad Conservadora y de la CONAGO, que enviará a la fuerza pública a sacarlo de su provincia de Nuevo León o de menos le hará saber que es hijo ingrato. De hecho, en el estado de Hidalgo lo recibieron a huevazos y jitomates. Parece que su método de andarse peleando con todo mundo, le comienza a generar serios problemas.

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