14 de Septiembre de 2018

 

“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”

Groucho Marx

 

Estamos a menos de once semanas para que inicie la “cuarta transformación de México”, confiemos en que las personas que entrarán en funciones con el nuevo gobierno federal hayan hecho los análisis adecuados y sopesado las consecuencias de sus decisiones antes de ponerlas en acción.

Menciono lo anterior puesto que varias promesas de campaña del hoy presidente electo para la frontera norte nos dejaron pensando a más de uno. Es preocupante para muchos de los que habitamos en esta región que las propuestas del nuevo presidente se apliquen a “rajatabla” sin considerar el debido y concienzudo análisis desde las regiones en las que se planea aplicar los cambios estructurales.

La homologación del precio de la electricidad en la frontera norte para que cueste lo mismo en un lado y otro de la línea fronteriza es en definitiva un error catastrófico que, de implementarse, nos pegará en los bolsillos a todos: hogares, comercios e industrias.

Igualar el costo de la electricidad en Ciudad Juárez a lo que se cobra en la vecina ciudad de El Paso, representaría incrementar en un 200% o más lo que actualmente pagamos por el Kilowatt hora (KWh), que es la medida estándar utilizada en los recibos de pago en uno y otro lado de la frontera.

Hagamos cuentas, actualmente el KWh que se cobra para el servicio residencial que ofrece la paraestatal CFE en este lado de la frontera es de $0.697 pesos mexicanos (https://app.cfe.mx/Tarifas_casa.Tarifa=anio=2018), mientras que el mismo KWh para el mismo servicio residencial en el lado norteamericano y operado por la empresa privada “El Paso Electric” es de $11.11 centavos de dólar, lo que equivale a $2.09 pesos mexicanos (https://www.electricitylocal.com/states/texas/el-paso/), considerando el tipo de cambio bancario de $18.85 pesos por dólar.

Hasta ahora ningún empresario o comerciante ha demandado explicaciones suficientes a fin de evitar el golpe en sus presupuestos operacionales; tampoco lo han hecho las cámaras de comercio o industrial.

Ningún comité de vecinos ha determinado inconformarse con sus diputados federales y estatales a fin de evitar que por ocurrencias de campaña, dentro de algunos meses paguemos con nuestro esfuerzo y sudor incrementos a los servicios básicos en nuestros hogares.

A la fecha no hemos visto que ningún diputado federal o estatal de Morena u otro partido haya hecho las aclaraciones debidas al equipo del presidente electo, ni que se hayan acercado con nosotros, sus representados, para aclararnos la forma de operar de su presumida “zona franca” y si esto incluye cambios en las tarifas de electricidad.

No hay que ser muy hábiles para saber que las condiciones en uno y en otro lado de la frontera son distintas, por lo tanto, no podemos pasar por alto que el suministro eléctrico en el lado norteamericano lo provee una empresa privada mientras que en nuestro territorio es operado por una empresa paraestatal. Es de extrañarse que nadie le haya dicho esto al presidente electo.

Guardemos esperanzas de que puedan corregir las propuestas, no vaya ser que en el afán de cumplirnos las promesas de campaña, acaben por perjudicarnos antes que favorecernos.

 

 

Lic. Carlos Iván González

Analista Político e Historiador

carlosivanglez5@gmail.com

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