El Juglar de la Red

Por Rafael Cano Franco.

El ejército electoral de AMLO

En México y el mundo, no hay una elección que se parezca a otra; hay fenómenos electorales similares, pero con sus muy claras diferencias: “la Ola Fox” que llevó al poder presidencial a Vicente Fox y al PAN por primera vez en su historia tiene mucho parecido con la “Ola AMLO” del 2018, pero el triunfo de Morena fue mucho más apabullante y contundente, además de darle la silla presidencial también le otorgó el control de las dos cámaras, la de diputados y senadores.

Pensar que una elección va a repetirse y dará triunfos tan holgados como se los dio a AMLO el 2018, no solamente es ser ingenuo, también implica exponerse a perder lo que se ganó.

Desde la presidencia de la República saben de estos, pero además ven con preocupación que el presidente viene cayendo en las encuestas, como hay un desgaste enorme en su gobierno, su credibilidad está erosionada y su imagen muy minada.

Pero están convencidos que el proyecto de la 4T no puede quedarse en “flor de un día”, saben que requiere votos para mantenerse en el poder a fin de seguir con su transformación y por ello armaron todo un ejército electoral que se dedica a promover al Presidente, sus acciones y adoctrinar a personas.

Son los llamados “Servidores de la Nación”, una fuerza de promoción del voto disfrazada de burócratas que en público operan promoviendo los programas sociales del Gobierno Federal, pero cuya función real es la de promover el voto para los candidatos de Morena.

Los “Servidores de la Nación” son la primera línea del ataque electoral de AMLO, es un grupo nacido en julio del 2018, pero en realidad sus antecedentes operativos se remontan a los grupos de promoción del voto a favor de Morena.

El Capitán General de los “Servidores de la Nación” es Gabriel García Hernández, un personaje con una enorme cercanía a López Obrador y orgánicamente están inscritos como parte de la nómina de la Secretaría del Bienestar.

El trabajo que realizan implica recorrer hogares en las zonas urbanas y rurales más humildes y ahí levantan censos sobre las necesidades más apremiantes de sus habitantes, esa es la llave para ganar confianza y abrirse camino con esas personas. Bajo el argumento de que el gobierno federal resolverá sus carencias de servicios básicos, los van atrayendo y adoctrinando en el pensamiento ideológico de la 4T.

El problema, y ya hay denuncias en contra de “Servidores de la Nación”, es que condicionan la ayuda a cambio del voto para Morena, pero además chantajean a los beneficiarios de esos programas sociales diciéndoles que si no votan por Morena van a perder sus beneficios.

Su labor básica es promover el amor a López Obrador, su mercado meta son las clases más pobres y donde hay más ignorancia; pero paulatinamente se han ido metiendo a otras áreas del gobierno federal y ahora son “Servidores de la Nación” los que pagan “ProAgro”, un programa de asistencia al campo que promueve la Sagarpa.

El trabajo de “Los Servidores de la Nación” –personajes altamente fanatizados a favor de López Obrador y su 4T—es la clave para la implantación territorial del gobierno. Ellos llevan “la buena nueva” de los programas sociales: inscriben a las personas en esos programas, reparten las tarjetas de apoyo, reparten los folletos de las acciones hechas por la 4T, reparten la cartilla moral –donde son apoyados por feligreses de iglesias evangélicas—y adoctrinan a los ciudadanos.

Un ejército de esta naturaleza, con 19 mil 613 integrantes, no es barato: su nómina anual llega a los 3 mil 329 millones de pesos, pero todo el programa de “Servidores de la Nación” tiene asignado un presupuesto anual  de 228 mil 244 millones 442 mil pesos y es tan importante para el gobierno federal que es una de las áreas a las que no se les ha recortado dinero, incluso está mejor dotado presupuestalmente que el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, al que se le asignaron 203 mil 625 millones de pesos y que es uno de los programas más emblemáticos de la 4T.

Pero “Los Servidores de la Nación” no están blindados contra la corrupción, la simulación y la ambición personal. Su principal debilidad es la corrupción pues la entrega de apoyos mediante listas que nadie conoce favorece la simulación, hay millones de beneficiarios de los programas sociales en las listas, pero muchos de ellos no existen, fueron inventados y el dinero se queda en otras manos.

La ambición personal también es un factor a analizar, muchos de “Los Servidores de la Nación”, por el contacto que tienen con ciertos sectores de la población creen tener la aprobación popular para ser candidatos, pero algunos no reúnen el perfil y dada la experiencia actual que vive Morena con gobernantes improvisados e iletrados, no les van a permitir acceder a esas candidaturas y sucederá lo que siempre ha pasado, se irán con sus listas, ciertas o falsas, a “venderse” a otro partido político para que los postule. Lo cierto es que “Los Servidores de la Nación” van por una meta muy clara, lograr más de 15 millones de votos y con ello mantener cierto control en la Cámara de Diputados, pero también ir preparando el terreno para que el 2022 no les vayan a ganar en la consulta por la revocación del mandato al Presidente.

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