¿El Chamizal es de todos?
Por Eduardo Borunda.
Analista
La inusual comercialización de una empresa de compra y venta de dólares en el principal y quizá el único pulmón verde de la ciudad, sorprendió a todos. La negociación no es responsable de solicitar y abrir una empresa, el problema es de quienes autorizaron la apertura, el cambio de uso de suelo, el permiso de construcción, la violación del comodato que tiene el municipio para esta área protegida, los permisos federales, estatales.
En fin, una burocracia de los tres niveles que al parecer no se resuelve con una simple constancia de operación.
Quienes no se dieron cuenta de la construcción (municipio, IMSS, obras públicas, parques y jardines, Operadora Municipal de Estacionamientos), pecaron de ingenuos o bien tienen responsabilidad de grandes dimensiones ante las omisiones presentadas.
¿Licencia de funcionamiento? debe tener, la pregunta es ¿Quién la autorizó? La construcción ¿Quién la autorizó? El registro federal como casa de cambio ¿Quién la autorizó?
Son muchas preguntas que deben llamar la atención a las autoridades de los tres niveles de gobierno. Quiero dejar en claro que no estoy en desacuerdo que se hagan negocios en la frontera, sino al contrario, lo promuevo y lo festejo. Sin embargo, hay muchas dudas sobre el cómo de la noche a la mañana aparece una casa de cambio en un área “supuestamente protegida”, ¿Nadie vio nada? ¿Se hicieron de la vista gorda?
Hubo voces en el desierto, que se rasgaron las vestiduras por el intento de construir un estadio de fútbol que requiere la ciudad y que queremos los aficionados, un centro de convenciones que no se ha materializado y cuyo ejercicio presupuestal está en duda por la falta de transparencia. No tengo inconveniente en que se construya ese deseado estadio y el centro de convenciones, pero hay que ser transparente. Los mismos requisitos debieron pasar por esta casa de cambio.
En conclusión, la pregunta es para llamar la atención. ¿El Chamizal es de todos? Si la respuesta es sí, debemos cuidarlo entre todos, de otra forma será sólo una premisa falsa con oscuros fines y en el cual, los juarenses seremos sólo espectadores de algo que pasó y de la cual nos podemos arrepentir, pues después se abrirán otros espacios que delimitan el área protegida, para beneficio de pocos y sin utilidad a las finanzas públicas.
Por cierto, ¿Quién pagará el predial de esa construcción donde el metro cuadrado por su cercanía con los Estados Unidos se cotiza en dólares? Son muchas preguntas y requieren muchas respuestas.