Economía para Doña Rosa
Por Gilberto Miranda Chávez.
Analista Político, Catedrático de Asignatura
e Innovación de Negocios y Mercadotecnia
Para que una cosa sea considerada como un bien, esa cosa debe cumplir con cuatro condiciones: que satisfaga una necesidad, que a pesar de las modificaciones pueda continuar satisfaciendo una necesidad, que se sepa que puede satisfacer una necesidad y que se pueda obtener para satisfacer una necesidad. Ejemplo: para eliminar el hambre, una manzana es un bien porque satisface la necesidad del hambre, porque, aunque sea verde o roja la manzana sigue satisfaciendo la necesidad del hambre, porque se conoce que una manzana satisface el hambre y porque una manzana puede ser obtenida por poco dinero para satisfacer el hambre. Si una manzana deja de cumplir con alguna de esas cuatro condiciones, entonces deja de ser un bien para Doña Rosa.
Las necesidades surgen de los instintos que llevan a las personas a buscar su bienestar obteniendo diferentes cantidades de bienes durante un momento. Pero para satisfacer las necesidades, hay bienes de primer nivel, de segundo nivel, de tercer nivel y así sucesivamente. Las necesidades para una persona cambian dependiendo del tiempo y del lugar. Ejemplo: una manzana es un bien de primer nivel porque satisface la necesidad del hambre, pero comprar una revista de chismes es un bien de segundo, tercero o peor nivel, porque satisface la necesidad de entretenimiento, pero si Doña Rosa ya comió y no necesita una manzana para satisfacer la necesidad el hambre y lo que necesita es una revista de chismes para saber qué pasó, entonces la revista pasa a ser un bien de primer nivel.
El concepto de riqueza se define como la suma de los bienes que tiene una persona y que deben ser mayores que las necesidades. Ejemplo: si Doña Rosa necesita siete manzanas por semana para satisfacer su necesidad de hambre y tiene diez manzanas por semana, entonces le sobran tres, lo que quiere decir que sus bienes son mayores que sus necesidades, es decir que cuenta con la riqueza suficiente para alcanzar su bienestar. No es que sea precisamente rica en cuanto a lo que todos conocemos como ser rico, pero si tiene más bienes que necesidades entonces está cumpliendo con su objetivo de lograr su bienestar.
El precio de un bien, como el precio de una manzana, está determinado no solo por el costo de producción de la manzana, sino también por la valoración personal que Doña Rosa cree que tiene esa manzana. Entonces, si ella tiene la necesidad de satisfacer su hambre, esa manzana adquiere un valor mayor independientemente de lo que haya costado producir esa manzana, pero si ella no tiene tanta necesidad de satisfacer su hambre entonces esa manzana adquiere un valor menor y si ella no tiene ninguna necesidad de satisfacer su hambre entonces incluso el valor de la manzana desaparece y quizá no la quiera, ni, aunque se la regalen. Es por eso que, para satisfacer sus necesidades, Doña Rosa a veces está dispuesta a pagar más por un bien y a veces menos, aunque sea el mismo bien.
El modelo económico de un supermercado, lo que significa la manera de ganar dinero de un supermercado, se basa en vender muchas unidades de diversos bienes, no solo manzanas sino también leche, jabón, carne y otros tantos, pero a un precio bajo; entonces así, al vender barato, pero en grandes cantidades, un supermercado obtiene ganancias millonarias. Es diferente a la empresa tecnológica Apple, que vende en menor cantidad, pero a mayor precio y así sus ganancias también son millonarias, la diferencia es que las cosas como las computadoras de esa marca no son un bien para Doña Rosa porque ella no tiene esa necesidad o no tiene el dinero para pagarla, que son dos de las cuatro condiciones que una cosa debe cumplir para ser un bien.
La ventaja competitiva o eso que diferencia a un supermercado de un vendedor es que, en el supermercado, Doña Rosa puede ir y comprar todo lo que necesite sin tener que gastar dinero y tiempo yendo de vendedor en vendedor. Esos gastos de logística o transporte están incluidos en el precio del bien. Y Doña Rosa a veces se pregunta: “¿entonces por qué cuando llegan vendedores de otra ciudad a vender sus productos los venden más baratos?”, y la respuesta es que el vendedor solo lo hace de manera espontánea y el supermercado lo hace siempre. Si el vendedor lo hiciera siempre, seguramente quebraría al tener que cubrir los costos para producir las manzanas y además trasladarse a otra ciudad para venderlas.
“¿Bueno, y por qué suben de precio muchas cosas en el supermercado ahora con el Coronavirus?”, pregunta Doña Rosa, y la respuesta es muy simple. Hay varios factores, pero básicamente dos: primero, el precio de los productos aumenta cuando la gente los valora o los considera más importantes para cubrir sus necesidades; y segundo, el precio aumenta porque al estar en cuarentena entonces nadie está produciendo manzanas y como hay muchas personas que quieren manzanas, pero hay pocas manzanas en el supermercado entonces el que las quiera tendrá que pagar más que los demás.
“¿Entonces la culpa es de los empresarios?”, pregunta Doña Rosa. Y no, la culpa no es de los empresarios, de hecho, ellos pueden tener pérdidas millonarias porque no están vendiendo en grandes cantidades, y sin embargo aun así ellos nos facilitan ir a comprar todos los bienes que necesitamos a un mismo lugar, de lo contrario ir a comprar los bienes a diversos lugares sería carísimo y, de hecho, es imposible. El verdadero problema es que alguien está regalando el dinero y eso hace que el dinero pierda su valor, y lo regalan sabiendo que hay poco que comprar porque al estar en cuarentena nadie puede producir manzanas, y eso lo que provoca es que al haber tanta gente queriendo comprar manzanas y el supermercado vendiendo muy pocas manzanas entonces la gente está dispuesta a pagar más, y eso va dejar sin manzanas a los que menos dinero tienen en lugar de ayudarlos aunque se les regale el dinero, porque cuando hay mucho dinero para comprar pero pocas cosas que comprar, entonces los precios se vuelven infinitos, porque siempre habrá alguien dispuesto a pagar más en tiempos de escases. Ejemplo: en el 2017, el precio de una manzana en Venezuela llegó a los 3 millones de bolívares. ¿Se imagina pagando 3 millones de pesos por una manzana? Pues váyase imaginando si no tomamos el camino de la libertad económica.