“Detalles” en la remodelación del aeropuerto de Ciudad Juárez
Por Mtro. Ramón Salcido Moreno.
Analista
El aeropuerto de Ciudad Juárez, se encuentra bajo remodelación y ampliación, lo cual es positivo, ya hacía falta. Sin embargo, resulta que, como mucha obra pública que vemos en las calles, la calidad deja mucho que desear.
Hay que recalcar que un aeropuerto, es una puerta de entrada a una ciudad, y además, es un centro de logística, donde por la naturaleza de sus operaciones, se supone que todo es de primer nivel y cuidadosamente planeado y ejecutado.
No sabemos si es una cuestión de cultura laboral, presupuesto insuficiente, falta de supervisión, o todo lo anterior, pero como que falta una revisión profunda a los trabajos que ahí se realizan.
Por ejemplo, en la zona más “nueva” de las salas de espera, es cuestión de voltear a ver las rejillas del clima ubicadas en lo alto de la pared, para darse cuenta que muchas cosas se hicieron ahí, como quisieron los albañiles… sin ofender.
Quien haya aprobado la obra, ha de ser muy poco exigente con la calidad, pues es evidente que, desde la resanada, hasta la medición donde irían ubicadas, es un trabajo mal hecho.
Otro ejemplo de los trabajos deficientes, se nota en las partes donde se utilizó material o bloques de “Alucobond” en orillas y zonas de pasillos.
Este material, bien trabajado, suele resaltar mucho cualquier construcción, pero aquí, se nota que tenían mucha prisa en terminarlo.
Las juntas de cada bloque, distan mucho de ser lo ideal, pues hay todo tipo de medidas mezcladas, sin un estándar verificado o establecido.
En algunas uniones se observa un centímetro de distancia y en otras, los bloques pegados completamente.
Regularmente el personal de albañilería, estira la liga hasta donde puede y aquí, parece que no hubo quien les señalara o corrigiera, sin ofender a los albañiles que hacen un gran esfuerzo, pero aquí parece que no hubo autoridad para definir límites y exigir calidad o simplemente corregir lo que no estaba bien.
Si uno es observador, se puede dar cuenta que hasta en los cordones de las banquetas, no hubo un buen vaciado de concreto, pues no se ve compactada la cara de los mismos.
Muchas obras en la ciudad, se encuentran en la misma situación. Banquetas mal hechas, materiales de mala calidad, variaciones en altitudes en las calles, pintura que dura un mes y un largo etcétera.
Es probable que nos estemos acostumbrando a ello, pero eso no es correcto.
Las obras de construcción, en algunos países, son un reflejo de la grandeza de su civilización y lo que han aportado a la humanidad. Por ello, es que son tan exigentes a la hora de edificarlas y se tiene toda una cultura sobre ello.
Por otra parte, un aeropuerto es todo un símbolo de cosas como seguridad, calidad, exactitud, y estandarización.
La expectativa en este caso, es que lo que ahí se trabaja o se hace, cuenta y excede todo lo que estos símbolos representan.
Es muy probable que, en algún otro lugar del mundo, la obra simplemente no hubiera sido aprobada por los supervisores, hasta que no fueran corregidos los errores, en este caso auténticas, “chicanadas”.
Si bien, el aeropuerto es administrado por un grupo privado y la remodelación no es una obra pública como tal; es un hecho que tiene características que lo convierten en un lugar de uso masivo, y es puerta de entrada a la ciudad, por lo tanto es de interés general.
En esa lógica, tenemos derecho a opinar y a pedir, que se hagan las cosas con mayor calidad, observación, y criterio profesional.
Un aeropuerto es un lugar que técnicamente, te da la bienvenida a una ciudad, y lo que esperas cuando llegas, es que todo funcione adecuadamente, pero donde también el aspecto es importante.
Si los ciudadanos, seguimos conformándonos con obras mal planeadas y ejecutadas, nos van a seguir dando más de lo mismo, afectando la imagen de la ciudad.
Finalmente, es importante cuestionarnos si esta situación es un comportamiento cultural, o un resultado educativo, porque quienes hacen las obras son arquitectos e ingenieros egresados de las universidades del país, apoyados por la mano de obra especializada, es decir los albañiles.
O bien, puede ser una cosa que tenga que ver con los presupuestos, tal vez insuficientes. Los tópicos de la construcción y las obras públicas, dejan muchas preguntas que bien merecen respuestas de quienes se mueven en ese ámbito.