De lloviznas y caos urbano
Por Ethan Tejón Herrera.
Analista
Después de largas y extenuantes jornadas laborales, los campesinos chihuahuenses y los habitantes de las zonas rurales contemplan con gran ánimo la llegada de las lloviznas.
Un ánimo, que también se ha compartido desde la población general. No obstante, también ha afectado en la rutina y en el modo de vida de muchos chihuahuenses.
Por ejemplo, en nuestra frontera; la temporada de lluvias es sinónimo de caos en las vialidades, así como de grandes carencias en hogares que apenas cuentan los recursos suficientes para sobrevivir al día a día.
A lo cual, por desgracia nuestra ciudad no cuenta todavía con un plan estratégico, claro y conciso que les haga frente a las consecuencias derivadas por las precipitaciones pluviales.
Si bien es cierto, que las obras públicas de la presente administración estatal como los vasos de captación pluvial, han servido para amortiguar los efectos de la llovizna.
La obstrucción vial, causada como consecuencia de fallas administrativas y de infraestructura, no han hecho más que convertirse en el dolor de cabeza diario para miles de juarenses.
Cómo ciudadano, espero que las nuevas administraciones públicas por entrar, sumen esfuerzos sin importar los colores partidistas y ayuden a mejorar nuestra calidad de vida.
Mientras tanto, los municipios más grandes del estado como Juárez, Chihuahua, Delicias, Cuauhtémoc y Parral, los cuales concentran el 85% del parque vehicular en el estado (según Manuel Narváez, consultado en El Diario de Juárez, 05/07/21), tienen la enorme tarea de evitar la erosión, desgaste y descuido de las vialidades y carreteras locales.
Desarrollar una cultura de prevención, cuidado y mantenimiento de nuestras calles, sería sumamente beneficioso para todos y no para unos cuantos que no se han visto afectados por las condiciones climáticas, cada vez más extremas como consecuencia del cambio climático. Esperemos que así sea. Es muy lamentable no poder disfrutar de las bondades de la naturaleza, cómo la lluvia, por ejemplo; en lugar de preocuparse por no poder transitar libremente o verse afectado por las condiciones climáticas desfavorables.