“Alito”, un “cadáver político”
Por Ethan Tejón Herrera.
Analista
Un personaje de la vida política mexicana como un tal “Alito”, no ha hecho más que desprestigiar a las alternativas políticas.
En un principio, “Alito” ostentaba con orgullo la medalla de la coalición y después de entreguismo hacia el oficialismo.
Nuevamente busca una reivindicación pero la mayoría de los electores, así como los miembros de su partido y los expertos desacreditan su calidad moral.
Tras exitosamente derribar la iniciativa de Reforma Eléctrica en el Congreso, “Alito” apoyó negociando en lo oscuro la iniciativa qué buscaba extender el plazo para que las fuerzas armadas se ocuparan de la seguridad pública.
Después volvió a romper aquel pacto con el oficialismo, afirmó que la alianza opositora continuaba y ahora busca rechazar la iniciativa de reforma en materia electoral.
Aun siendo que rompió con su palabra de crear un “cerco” legislativo para rechazar cualquier iniciativa o proyecto de ley del oficialismo, incumplió y quedó mal con los aliancistas, con sus militantes, ante la nación y sin duda ante él oficialismo.
Un personaje sin escrúpulos como Alejandro Moreno Cárdenas, mismo que ha rechazado renunciar a la presidencia de su instituto político está llevando en mala dirección el rumbo no solo del PRI, sino de las alternativas de oposición.
Además me pregunto, si la gobernadora de Campeche, mismo estado que gobernó Moreno Cárdenas, tenía conocimiento de casos de corrupción y malos manejos durante la gestión de su antecesor.
Si su deber como funcionaria es hacer una denuncia pública y cooperar con las autoridades, por qué decidió pactar con Moreno Cárdenas el cese de los ataques lanzados desde su órgano de propaganda estatal.
Para con eso, tener a “Alito” como peón en el Congreso. Aquello no correspondería a “tapar” la corrupción e incumplir en uno de los “mandato de la cuatroté.
Los colores partidistas cambian, pero no las mismas prácticas.
Tanto “Alito”, como la bancada morenista y figuras clave del movimiento obradorista solaparon los escándalos de corrupción del priísta.
No obstante, “Alito”, digamos que comprendió que las prácticas de negociación del oficialismo conllevan a la prisión o al ostracismo.
Robles, Murillo Karam, Cabeza de Vaca por no decir más ejemplos…
Ahora “Alito” busca recuperar su credibilidad, pero donde ha encontrado mayor reticencia ha sido dentro de sus mismas filas. Se ha convertido en un lastre para su partido y para la oposición, se ha convertido en un cadáver político.