Tlaxcala – EFE – La morenista Lorena Cuéllar Cisneros gobernará Tlaxcala con un déficit de bienestar en derechos sociales y políticos para las mujeres, que en 10 rubros están peor calificados que los promedios nacionales, y con el estigma de ser la entidad considerada internacionalmente como “la cuna de la prostitución” y la trata con fines de explotación sexual. Es la segunda mujer que gobierna el estado después de que Beatriz Paredes lo hiciera entre 1987 y 1992.
Cuéllar Cisneros es una de las seis mujeres que ganó una gubernatura en las elecciones de junio pasado, producto de la movilización feminista que generó políticas de paridad electoral en la asignación de candidaturas. Las mujeres encabezarán los gobiernos de Baja California, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero y Tlaxcala, todas entidades con altos índices de violencia de género, de embarazos de adolescentes, aumento de la pobreza femenina y rezagos en su educación y oportunidades laborales.
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El principal reto de la nueva gobernadora de Tlaxcala es la creciente violencia feminicida que obligó al Gobierno Federal, apenas 12 días antes de tomar posesión, a declarar la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) para los 60 municipios del estado, algo inédito en el país, porque 46 de cada cien mujeres han sido violentadas en la escuela, la casa y las calles de la entidad durante los últimos cinco años.
Además, Tlaxcala es el cuarto lugar nacional en embarazo en adolescentes, el sexto en pobreza femenina y va al alza, hasta en cinco puntos, la carencia de servicios de atención a la salud sexual y reproductiva.