Ciudad de México – Agencia Reforma — De reversa. El presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Congreso su iniciativa de reforma eléctrica cuyo contenido central es el retorno al monopolio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el retroceso en la participación privada en la generación y distribución de energía abierta desde hace “Se constituye al Estado en el responsable del Sistema Eléctrico Nacional a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE)”, dice la iniciativa.

“La CFE generará al menos el 54 por ciento de la energía eléctrica que requiere el país. El sector privado participará hasta en el 46 por de la generación. El  servicio público de abastecimiento será prestado exclusivamente  por CFE, la que podrá adquirir energía eléctrica del sector privado”, se establece.

Los permisos de generación otorgados y los contratos de compraventa de electricidad con el sector privado serán cancelados, así como las diversas figuras de generación privada y las solicitudes pendientes de resolución.

Califica de ilegales los permisos de autoabastecimiento y no serán reconocidos por la CFE.

“Igualmente, la generación excedente de los Productores Independientes de Energía, derivada de permisos sobre puestos al permiso original de la central, tampoco será reconocida. El Estado no puede reconocer mecanismos flagrantemente ilegales”, sentencia la iniciativa presidencial.

Esto afecta a centrales de autoabasto y productores independientes de energía previstos desde 1992.

En la reforma de 2013 se abrió completamente la generación al sector privado y de ahí surgieron las subastas de largo plazo para la instalación de proyectos renovables de gran escala.

De aprobarse la reforma, el sector privado verá afectadas inversiones hasta por 81 mil millones de dólares en proyectos de generación ya realizados, estimados y de gasoductos.

La mitad de ello es proyectos que están en operación más la inversión adicional que se tenía prevista entre 2021 y 2033 estimada en 24 mil millones de dólares, según el documento elaborado por la AMDEE, Asolmex, AME, Cogenera y Amdexhidro.

En el caso de gasoductos, la CFE calculó inversiones por 13 mil millones de dólares.

Todo ello sin contar costos de indemnizaciones potenciales por incumplimiento de contratos pues éstos se determinarán por los tribunales tras la presentación de controversias judiciales y arbitrajes internacionales.

Claudio Rodríguez, abogado y socio de la Práctica de Energía de Holland & Knight, y Paolo Salerno, especialista en energía, explicaron que cualquier cambio a la Constitución tendría que hacerse con respeto a los contratos y derechos adquiridos.

El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) será reincorporado a la CFE con sus funciones y atribuciones.

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