25 de Junio de 2018
Guadalajara, Jalisco.- Este fin de semana, el colectivo México Guadalupano organizó una nueva manifestación en contra de la escultura denominada “Sincretismo”, del autor Ismael Vargas, que fuera instalada el pasado 14 de Agosto del 2017 y que tuvo un valor aproximado de 5.2 millones de pesos. Dicho monumento forma parte del proyecto de arte urbano, que impulsó en su momento, Enrique Alfaro Ramírez, presidente municipal de Guadalajara con licencia y actual candidato a gobernador de Jalisco por el partido Movimiento Ciudadano.
Alrededor de cinco mil católicos tomaron las calles de la ciudad con el objetivo de glorificar a la Virgen de Guadalupe, además de exigir a todos los aspirantes a un cargo de elección popular, el respeto a la religión, a la vida y a la familia.
Los manifestantes se congregaron sobre la avenida Juárez y federalismo, caminaron hasta la calle de Hospital para luego regresarse e instalarse a unos metros del templo de El Refugio. Ahí montaron un altar de 10 metros de altura, en donde develaron algunas imágenes gigantes que hacían alusión, tanto a la Guadalupana, como a la virgen de Zapopan y la Virgen de Zapotlanejo; representaciones religiosas de las más importantes para muchos católicos jaliscienses.
Por su parte, Felipe de Jesús González, presidente de México Guadalupano, hizo un enérgico llamado a todos los políticos que aspiran a un cargo público, a evitar lastimar la fe católica con estatuas que ofenden a la Virgen de Guadalupe.
Felipe González, también exhortó a todos los asistentes a reflexionar su voto. “Faltan solo unos días para que se lleven a cabo las elecciones del próximo 01 de Julio, por lo que los invito a hacer un voto razonado y consciente. Evitemos votar por candidatos que abiertamente se han manifestado en contra de la religión, de la vida o de la familia”. Precisó
Con una banda de guerra y entre cánticos, realizaron una coronación simbólica a la monumental imagen de la Virgen María, que medía aproximadamente unos 10 metros de altura.
Cortesia: La Voz de Jalisco
Rubén Iñiguez