Tabasco – Agencia Reforma – Dos días después de que la Policía estatal disparó balas de goma y gas lacrimógeno contra los obreros de la refinería de Dos Bocas que pedían mejores condiciones laborales, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, fue recibida con toque de trompetas.
La funcionaria llegó abordo de una Suburban en medio de un convoy custodiado por dos camionetas de la Marina y una patrulla de la Guardia Nacional, y fue recibida en el asta bandera donde una banda militar le hizo los honores.
Mientras tanto afuera, del otro lado de la carretera Malpaso-El Bellote, en las oficinas de ICA Fluor, cientos de obreros con overol anaranjado que llegaron a trabajar desde antes de las 7:00 horas siguen esperando la entrega de sus credenciales.
ICA Fluor convocó a los obreros a asistir ayer, con la promesa de que les pagaría la semana completa.
Sin embargo, los vigilantes de la Marina y la Policía estatal sólo permitieron el paso a los obreros que presentaron credencial de ICA Fluor.
Cientos fueron enviados a las oficinas de la constructora para pasar lista. Después, los mandaron a su casa, así quedó despejada la entrada para el ingreso de la Secretaria.
“Están haciendo una obra maravillosa”, les dijo Nahle durante su recorrido por las obras, pero ni ahí se libró de los reclamos.
Algunos obreros que lograron acercarse a ella se quejaron de la diferencia de salarios en diferentes empresas. Ella les prometió revisar el tabulador. Cinco horas después se fue sin dar declaraciones.